México entre la incertidumbre y la oportunidad: Sheinbaum celebra exención de aranceles, pero persisten riesgos económicos

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó recientemente que el país salió “mejor librado” que otras naciones frente a la imposición de nuevos aranceles globales anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, diversos analistas y especialistas advierten que el panorama económico sigue marcado por la incertidumbre, los riesgos estructurales y la amenaza latente de una recesión.
Durante su conferencia matutina del jueves, la mandataria subrayó que México fue eximido del impuesto del 10% que Estados Unidos impuso al resto del mundo. Además, destacó que dicha decisión fue acompañada de un reconocimiento por parte del secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, quien elogió al gobierno mexicano por mantener una postura “moderada y pragmática” al no responder con represalias comerciales.
“Seguimos en diálogo con Estados Unidos. No sé cuántos países más tengan esta apertura. No se trata de comparaciones, sino de reconocer que no hemos tomado otras medidas porque estamos en una mesa de trabajo”, señaló Sheinbaum. No obstante, y a pesar de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) permanece vigente, expertos advierten que los efectos económicos negativos aún se hacen sentir.
La profesora e investigadora Iliana Rodríguez Santibáñez, especialista en derecho internacional del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, indicó que México mantiene una “integración asimétrica” con la economía estadounidense. Recordó que más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, y señaló que una porción significativa –superior al 30%– no cumple con los requisitos establecidos por el T-MEC para beneficiarse de los aranceles preferenciales, lo que representa una vulnerabilidad importante para el país.
“Es un reto mayúsculo para México. A mí no me parece que debamos celebrar ni cantar victoria ante un suceso que nos mantiene con alfileres en la economía internacional, debido a la gran dependencia que tenemos de Estados Unidos”, expresó la académica.
Rodríguez Santibáñez también alertó sobre los aranceles del 25% que aún enfrenta México en sectores clave como el acero, el aluminio y la industria automotriz, esta última considerada uno de los pilares de la economía nacional, ya que representa cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) y más del 20% del sector manufacturero.
Adicionalmente, advirtió sobre los efectos colaterales de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha escalado con la imposición de aranceles del 125% a productos del gigante asiático. Este conflicto ha encendido las alertas de una posible recesión en Estados Unidos, con consecuencias directas para la economía mexicana.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico del Banco Base, subrayó que la estabilidad de la economía estadounidense es clave para México, dado que el 83% de las exportaciones mexicanas tienen como destino ese país y representan aproximadamente el 26% del PIB nacional.
“Una recesión en Estados Unidos profundizaría la desaceleración o incluso provocaría una recesión en México”, advirtió la economista.
Frente a esta coyuntura, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ajustó a la baja su proyección de crecimiento económico para 2025, reduciéndola del 2.5% al 1.9%. Aunque esta cifra aún se mantiene por encima de las estimaciones del mercado, la tendencia a la baja es preocupante.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió en marzo sobre una posible contracción del PIB mexicano de hasta el 1.3%, mientras que entidades financieras como Fitch y UBS proyectan un crecimiento nulo, anticipando un escenario de recesión.
En este contexto, México descendió cuatro posiciones en el índice de confianza para la inversión extranjera directa de la consultora global Kearney, ubicándose en el último lugar de los 25 países evaluados.
A pesar del sombrío panorama, la presidenta Sheinbaum sostuvo que las medidas arancelarias implementadas por la administración Trump podrían convertirse en una oportunidad para atraer nuevas inversiones al país, siempre que las empresas cumplan con los requisitos del T-MEC, los cuales favorecen la producción en América del Norte.
“Si se exporta con cero aranceles gracias al tratado comercial, significa que la cadena de valor puede fortalecerse en México, ya que se está privilegiando que los productos se fabriquen aquí. Entonces, este mecanismo también nos puede beneficiar”, argumentó la mandataria.
No obstante, la profesora Rodríguez Santibáñez matizó este optimismo al señalar que muchas empresas podrían optar por relocalizar sus plantas directamente en Estados Unidos para reducir costos y evitar los riesgos asociados a la incertidumbre arancelaria.
“Con el reacomodo del nuevo orden económico mundial, es evidente que podría acelerarse un proceso de recesión. Las fábricas podrían reubicarse en territorio estadounidense, lo que limitaría el impacto positivo que México espera obtener”, advirtió la especialista.