El avión del Fin del Mundo aterriza en EE.UU.

Revista Guinda informa: El avión del Fin del Mundo aterrizó en EE.UU., más específicamente en la base aérea conjunta Andrews, en medio de tensiones geopolíticas que reavivan temores sobre una eventual escalada militar.
El avión del Fin del Mundo aterriza en la base Andrews ¿rutina o señal de alerta?
El E-4B “Nightwatch” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, conocido popularmente como El avión del Fin del Mundo, llegó la noche del martes a Washington, D.C., procedente de la base aérea de Barksdale, Luisiana. Su movimiento provocó inquietud en redes sociales, donde algunos lo vincularon con las recientes tensiones militares entre Irán e Israel.
La singularidad del vuelo quedó marcada por el uso del distintivo “ORDER01”, en lugar del habitual “ORDER6”, lo que alimentó la especulación. Sin embargo, expertos en defensa recuerdan que este tipo de operaciones también suelen formar parte de ejercicios rutinarios de preparación ante emergencias estratégicas.
¿Qué es el E-4B “Nightwatch”?
El E-4B es una plataforma aérea del modelo Boeing 747-200, adaptada para convertirse en el Centro Nacional de Operaciones Aerotransportadas de Estados Unidos. Su propósito es claro: mantener la capacidad de mando y control militar incluso en un escenario de destrucción terrestre total.
Actualmente, existen cuatro unidades activas, todas bajo el 595th Command and Control Group en Offutt, Nebraska. El avión es una pieza clave en la estructura de seguridad nacional y puede ser utilizado por el presidente, el secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto en caso de crisis.
Equipamiento para resistir el apocalipsis
El E-4B cuenta con seis áreas funcionales en su interior: zona de mando, sala de conferencias, centro de comunicaciones, área de información táctica, espacio de trabajo para el equipo operativo y zonas de descanso.
Tiene capacidad para 112 personas, incluidos equipos militares, personal técnico y de seguridad. El fuselaje está blindado contra impulsos electromagnéticos y equipado con sistemas de comunicaciones satelitales avanzados. Puede volar más de 12 horas sin recargar y reabastecerse en el aire, gracias a sus motores turbofán GE CF6-50E2.
El sistema de refrigeración electrónica, los controles acústicos y la protección nuclear permiten que la aeronave opere incluso en contextos de guerra nuclear o catástrofes de gran escala. El avión también ha sido usado en labores de apoyo a la FEMA ante huracanes o terremotos.
Donald Trump y la sombra del pasado
La reciente reaparición del E-4B ocurre en un momento políticamente tenso para Estados Unidos, donde la figura de Donald Trump reaparece en el escenario público con fuerte influencia en la política exterior republicana. Algunos analistas temen que su posible retorno a la presidencia pueda reactivar escenarios de confrontación directa, como ocurrió durante su mandato con Irán o Corea del Norte.
Aunque el Pentágono no ha emitido información oficial sobre esta misión, fuentes indican que el E-4B permanece en alerta permanente, con al menos una unidad disponible 24/7 en localizaciones estratégicas del país.
La coordinación de sus operaciones recae en el Comando Global de Ataque de la Fuerza Aérea, en enlace con el Comando Estratégico de EE.UU. (USSTRATCOM), encargado de ejecutar misiones críticas en casos extremos.
¿Preparativos para un conflicto global?
El avión del Fin del Mundo ha sido descrito como el último bastión del mando militar estadounidense. Se utilizó el 11 de septiembre de 2001 y mantiene su vigencia como garante de la continuidad del gobierno en caso de ataques nucleares, cibernéticos o cataclismos globales.
Si bien no hay evidencia de una amenaza inmediata, la creciente tensión en Medio Oriente y el creciente protagonismo de figuras como Donald Trump sugieren que Washington no baja la guardia. El despliegue del E-4B podría ser una señal de disuasión o, simplemente, un recordatorio de que el reloj estratégico sigue corriendo.