México y los Estados Unidos anuncian acuerdo de cooperación sobre el Río Bravo
La Sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y Estados Unidos ha anunciado la firma del Acta 331, titulada “Medidas para mejorar la confiabilidad y predictibilidad de las entregas de agua del Río Bravo, en beneficio de México y los Estados Unidos”. Este nuevo acuerdo representa un avance significativo en la colaboración binacional en temas fundamentales como el abastecimiento, la conservación y la calidad del agua en la cuenca del Río Bravo.
El acto de firma tuvo lugar el 7 de noviembre de 2024 en Ciudad Juárez, Chihuahua, contando con la aprobación de ambos gobiernos. Entre los principales objetivos del Acta 331 se encuentran el establecimiento de mayor confiabilidad en las asignaciones de agua para los usuarios de ambos países, así como la creación de grupos de trabajo para abordar proyectos de nuevas fuentes de agua y aspectos ambientales. Además, se busca mejorar la calidad del agua disponible en la cuenca, beneficiando a las comunidades de ambos lados de la frontera.
Adriana Reséndez, Comisionada mexicana de la CILA, comentó sobre la importancia de este acuerdo, señalando que otorga a México mayores herramientas para cumplir con sus obligaciones en el marco del Tratado de Aguas de 1944, manteniendo a la vez su soberanía sobre los recursos hídricos y decisiones en la cuenca del Río Bravo.
Por su parte, Humberto Marengo, Subdirector General Técnico de la Comisión Nacional del Agua, destacó que el Acta 331 facilita la implementación de nuevos esquemas de administración para una mejor gestión del agua en esta región compartida. Este enfoque permitirá optimizar el uso del recurso en beneficio de los usuarios y preservar el ecosistema fluvial.
Las aguas del Río Bravo, cuyo flujo se extiende desde Fort Quitman, Texas, hasta el Golfo de México, están reguladas bajo el Tratado de Aguas de 1944. Aunque el Acta 331 no especifica volúmenes concretos de agua, brinda un marco para mejorar la administración binacional del recurso. La CILA se mantiene responsable de garantizar el cumplimiento de los tratados, resolviendo cualquier controversia relacionada con la gestión del agua compartida.