La brecha de pensiones entre mujeres y hombres se mantiene como una de las desigualdades más profundas del sistema laboral mexicano. Según el análisis más reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mujeres reciben pensiones alrededor de 35 por ciento más bajas que las de los hombres al finalizar su vida laboral. Esta diferencia se atribuye a desigualdades salariales, menores horas remuneradas y a la carga de trabajo no remunerado que recae principalmente en ellas.
La organización explicó que esta disparidad afecta a las mujeres durante toda su vida laboral y se mantiene incluso cuando dejan el mercado de trabajo. El informe también advierte que el envejecimiento poblacional seguirá generando presión sobre los sistemas de retiro en los próximos años.
¿Cómo impactará el envejecimiento demográfico en el sistema de pensiones?
La OCDE señala que la tendencia demográfica representa un desafío estructural para los países miembros. La reducción de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida están modificando la proporción entre personas en edad laboral y adultos mayores.
Para 2050, se estima que habrá 52 personas de 65 años o más por cada 100 en edad laboral. Esto significa que, por cada dos personas que trabajan, habrá una en retiro. La organización estima que la población en edad productiva disminuirá 13 por ciento en los próximos 40 años, lo que podría reducir el PIB per cápita en 14 por ciento hacia 2060. A esto se suma un incremento en los gastos asociados al envejecimiento.
¿Qué posición ocupa México frente a otros países de la OCDE?
El informe destaca que México será uno de los países con mayor crecimiento en su población mayor de 65 años respecto a la población en edad laboral. Entre 2025 y 2050, este grupo crecerá tres veces más rápido de lo que lo hizo entre 2000 y 2025. Además, a finales de siglo, entre 2075 y 2100, el incremento será al menos cinco veces más acelerado que el actual.

Estas proyecciones sugieren que México enfrentará una presión creciente sobre su sistema de pensiones, tanto por el aumento del número de personas retiradas como por la disminución relativa de la población económicamente activa.
¿Qué propone la OCDE para hacer sostenible el sistema de pensiones?
La organización plantea que, ante la mayor longevidad y mejores condiciones de salud al llegar a la vejez, los países deben prolongar la vida laboral. Plantea elevar la edad efectiva de jubilación y promover oportunidades de empleo para personas mayores. Estas medidas buscan asegurar la sostenibilidad financiera de los sistemas de pensiones y mantener la seguridad económica en la vejez.
¿Qué factores profundizan la brecha de pensiones entre mujeres y hombres?
La brecha de pensiones entre mujeres y hombres está influida por factores acumulados a lo largo de la vida laboral. En los países de la OCDE, las mujeres reciben pensiones en promedio 23 por ciento menores que los hombres y enfrentan mayor riesgo de pobreza en la vejez.
En Japón, esta brecha llega a 47 por ciento. En México, por cada 100 pesos de pensión que recibe un hombre, las mujeres obtienen en promedio 65 pesos. La OCDE reconoce que programas como Pensión Mujeres Bienestar buscan compensar el trabajo no remunerado y reducir esta disparidad.
El organismo subraya que las diferencias de ingresos acumuladas durante la vida laboral explican al menos 35 por ciento de la brecha. Factores como desigualdades salariales, menor participación laboral y la distribución desigual del trabajo doméstico no remunerado tienen un impacto directo en las pensiones de las mujeres.
¿Qué implicaciones deja este panorama para las políticas públicas?
Los datos de la OCDE muestran que México necesita reforzar sus políticas de igualdad salarial, ampliar el acceso al empleo formal para mujeres y continuar implementando programas que compensen el trabajo no remunerado. También se requieren estrategias para enfrentar el envejecimiento poblacional sin comprometer la sostenibilidad fiscal.
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