Hacienda ajusta IEPS a gasolinas por inflación
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) toma esta decisión de carácter técnico a partir de una revisión al Índice Nacional de Precios al Consumidor de noviembre de 2025 la inflación acumulada obligaba a actualizar las cuotas específicas del IEPS a combustibles. A partir del cálculo se definió un factor de 1.0379, aplicable tanto a las cuotas federales como a la parte del impuesto que corresponde a las entidades federativas.
En el Diario Oficial de la Federación se publicó el acuerdo: desde el primer minuto de 2026, cada litro de gasolina y diésel que se venda en el país pagará unos centavos adicionales de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Para los automovilistas, el cambio no se ve en un nuevo rubro, sino en el precio final en la bomba.
¿Qué decidió Hacienda y cuánto sube?
En el acuerdo oficial, Hacienda establece que las nuevas cuotas para combustibles automotrices reflejan únicamente la inflación del último año. Así, la gasolina de 87 octanos, la llamada Magna, pagará 6.7001 pesos de IEPS por litro, mientras que la Premium, de 91 y 94 octanos, aportará 5.6579 pesos por litro al fisco.
El diésel, fundamental para el transporte de carga y de pasajeros, tendrá una cuota de 7.3634 pesos por litro. En paralelo, la fracción del impuesto que va etiquetada para las entidades federativas se actualiza a 59.1390 centavos para Magna, 72.1605 centavos para Premium y 49.0817 centavos para diésel, con el objetivo de que los estados no pierdan ingreso en términos reales.
Por qué se ajusta el IEPS cada año
La ley ordena que las cuotas específicas se actualicen anualmente con base en la inflación, para que el impuesto no se erosione con el tiempo. Sin ese mecanismo, la recaudación se estancaría incluso si el consumo de combustibles se mantuviera estable, reduciendo el margen del gobierno para financiar programas sociales, infraestructura y servicios básicos.
Hacienda ajusta IEPS a gasolinas por inflación mediante una fórmula preestablecida, no a partir de una decisión discrecional. La dependencia ha subrayado que el verdadero margen está en los estímulos semanales al IEPS, que pueden reducir o incluso cancelar temporalmente el cobro cuando sube la referencia internacional del petróleo o se deprecia el tipo de cambio.
Impacto en la economía
En la práctica, el ajuste significa que, si el resto de los componentes del precio se mantiene igual, llenar el tanque será un poco más caro desde enero, tanto para automovilistas como para transportistas. No obstante, el precio final también depende del costo internacional de los combustibles, de los márgenes comerciales de las estaciones de servicio y de la propia estrategia de estímulos que Hacienda aplique a lo largo del año.
Analistas consultados por medios especializados estiman que el impacto directo en la inflación general será moderado, pero reconocen que el efecto en hogares que usan el automóvil todos los días se percibe de inmediato. El ajuste también tiene que ver con la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya operación y capacidad de refinación inciden en el equilibrio entre importaciones, oferta interna y precios al público.
Mientras algunos sectores empresariales piden certidumbre regulatoria y claridad en la política de combustibles, los gobiernos federal y estatales defienden la actualización como una pieza necesaria para asegurar ingresos estables en un entorno de presiones de gasto crecientes. En el centro de la discusión queda una pregunta que se repetirá en 2026: cómo equilibrar la necesidad de recaudación con el impacto cotidiano en el bolsillo de millones de conductores.
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