México es un país de alto riesgo para el tránsito de migrantes
México, lamentablemente, se ha convertido en un país de alto riesgo para quienes cruzan su territorio en busca de mejores oportunidades.
La Fundación para la Justicia y el Estado de Derecho Democrático (FJEDD) ha recopilado una estimación alarmante de los riesgos y delitos a los que son sometidas las personas migrantes en su paso por territorio mexicano. A partir de un conteo basado en eventos reportados por diversos medios de comunicación, se reveló que, entre el 1 de enero y el 10 de diciembre de 2024, más de 6 mil personas migrantes fueron víctimas de algún tipo de delito o hecho violento.
Entre los delitos más destacados se encuentran:
- 48 secuestros con un número indeterminado de víctimas, un fenómeno alarmante que afecta especialmente a los migrantes indocumentados.
- 21 homicidios cometidos por particulares, muchos de ellos en circunstancias de extrema vulnerabilidad.
- 11 accidentes fatales de tránsito, que incluyen colisiones de camiones o tráileres, resultando en la muerte de migrantes que viajaban en condiciones precarias.
- 11 accidentes en tránsito migratorio, que incluyen tragedias ocurridas en lanchas o accidentes ocurridos a pie en caminos rurales o carreteras alejadas.
- Siete desapariciones, que han afectado a un número indeterminado de personas, dejando a sus familias sin respuestas ni justicia.
- Cinco ejecuciones extrajudiciales cometidas por autoridades del Estado mexicano, evidenciando el nivel de violencia y abuso por parte de agentes del orden en algunos casos.
Estos hechos no solo ponen en evidencia la grave situación de violencia que enfrentan los migrantes, sino también la falta de protección efectiva por parte de las autoridades mexicanas.
En paralelo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha revelado que 38 de las 43 estancias migratorias operadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) no cuentan con las condiciones adecuadas para brindar atención humanitaria a las personas migrantes. Estas instalaciones, que deberían ser refugios de protección, carecen de infraestructuras mínimas para garantizar la seguridad, salud y bienestar de los migrantes, quienes a menudo enfrentan condiciones de hacinamiento, maltrato y abuso.
Es urgente que tanto las autoridades mexicanas como la comunidad internacional reconozcan y actúen sobre la grave situación que enfrentan los migrantes en su paso por México. Las políticas migratorias deben ser ajustadas para proteger los derechos humanos de quienes buscan un futuro mejor, sin ser víctimas de violencia, abuso o indiferencia. Mientras tanto, la situación de las estancias migratorias y los altos índices de violencia deben ser abordados con urgencia para asegurar que México no siga siendo un país donde los migrantes corran riesgos de vida y libertad en su intento de llegar a su destino.