Latinoamérica enfrenta un panorama económico incierto en 2025
América Latina se prepara para un año de retos económicos marcados por factores externos e internos que podrían influir en el desarrollo de la región. Los dos mayores socios comerciales de la región, Estados Unidos y China, juegan un papel crucial en este escenario, y las decisiones que se tomen en Washington y Pekín podrían tener repercusiones significativas.
Impacto de la política estadounidense
La incertidumbre económica proviene, en gran medida, del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente electo ha prometido imponer aranceles a los productos provenientes de Canadá, México y China, una medida que podría alterar las dinámicas comerciales de la región. La posibilidad de un arancel del 25% a los productos mexicanos y canadienses y del 10% a los chinos ha generado preocupación entre economistas y líderes empresariales.
Gerardo Esquivel, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera que estas promesas son parte de una estrategia de negociación. Joan Domene, de Oxford Economics, coincide en que es poco probable que se implementen de manera generalizada, aunque podrían aplicarse a sectores específicos como el acero y productos agropecuarios. Estas medidas podrían generar incertidumbre en las inversiones y afectar proyectos planeados en México.
La desaceleración de China
China, el principal comprador de materias primas de varios países sudamericanos, enfrenta una desaceleración económica. La disminución en el consumo, la crisis en el mercado inmobiliario y las dificultades laborales para los recién graduados universitarios han reducido la demanda de productos latinoamericanos como soja, acero y cobre.
No obstante, expertos como Felipe Hernández de Bloomberg Economics esperan que el gobierno de Xi Jinping adopte medidas fiscales y monetarias para estimular la economía, lo que podría mitigar el impacto en América Latina. Joan Domene sugiere que estos esfuerzos podrían mantener la demanda de materias primas, incluso en caso de una guerra comercial con Estados Unidos.
Desafíos internos en la región
Latinoamérica también enfrenta retos internos significativos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento moderado del 2.5% para la región en 2025. La alta informalidad laboral y la desigualdad económica siguen siendo preocupaciones clave. Aunque la inflación ha disminuido desde los máximos alcanzados después de la pandemia, las presiones inflacionarias podrían resurgir debido a la depreciación de las monedas locales frente al dólar.
Los bancos centrales han comenzado a reducir las tasas de interés para fomentar el crédito y la inversión, pero el costo del crédito aún es alto en muchas economías de la región. Además, la falta de recaudación fiscal y el alto nivel de deuda pública podrían limitar la capacidad de los gobiernos para aumentar el gasto público y responder a las demandas sociales.
Perspectivas y conclusiones
Aunque la región sigue enfrentando los efectos de la pandemia, el panorama para 2025 no es tan complicado como en años anteriores. Las decisiones que tome el nuevo gobierno de Estados Unidos tendrán un impacto directo en México y el resto de Latinoamérica, mientras que la política económica de China también será determinante. La región debe prepararse para navegar en este entorno incierto, equilibrando las presiones externas con las necesidades internas de desarrollo económico inclusivo y sostenible.