El desafío de una segunda mudanza presidencial: La experiencia de Donald y Melania Trump
En un evento inusual en la historia reciente de Estados Unidos, el presidente electo Donald Trump y su esposa, Melania, se preparan para mudarse a la Casa Blanca por segunda vez.
Esta transición, que generalmente solo ocurre una vez durante un mandato presidencial, representa un nuevo desafío para la pareja, pero Melania Trump afirma que la experiencia será mucho más sencilla esta vez.
“Sé a dónde iré. Conozco las habitaciones en las que viviremos. Conozco el proceso”, declaró la futura primera dama en una entrevista reciente con “Fox & Friends” de Fox News. Describiendo su primera mudanza en 2017 como “desafiante”, Melania señaló que la familiaridad con el procedimiento y el entorno harán que esta segunda transición sea más manejable.
El día de la inauguración es un período crítico tanto para la familia presidencial entrante como para el personal de la residencia de la Casa Blanca. Los mayordomos, mucamas y otros empleados tienen aproximadamente cinco horas para desalojar a la familia saliente y acomodar a la nueva. Este proceso, que debe estar planificado al minuto, se inicia cuando el presidente saliente y el entrante dejan la Casa Blanca juntos para dirigirse al Capitolio.
“Tan pronto como se van, el personal de la residencia ejecutiva entra en acción”, explicó Matthew Costello, director de educación de la Asociación Histórica de la Casa Blanca, durante un programa en línea reciente. El equipo trabaja sin parar para inventariar, procesar y trasladar todos los artículos personales de una familia mientras prepara el espacio para la nueva.
La cronología del día puede verse alterada debido a los planes de Trump de trasladar la ceremonia inaugural al interior del Capitolio por el frío extremo. Además, el tradicional desfile de varias horas por Pennsylvania Avenue será reemplazado por un evento en un estadio deportivo.
El personal de la residencia trabajará en grupos para empacar y desempacar las pertenencias de ambas familias, asegurándose de que todo esté en su lugar cuando el nuevo presidente y su familia lleguen a su nuevo hogar. La Casa Blanca será limpiada a fondo, con ventanas lavadas, alfombras aspiradas o reemplazadas, y todas las habitaciones equipadas con ropa de cama y toallas frescas.
Este meticuloso proceso comienza inmediatamente después de la elección de noviembre, cuando el jefe de mayordomos de la Casa Blanca se pone en contacto con el equipo del presidente electo para coordinar la mudanza. En 2016, Michelle Obama mostró los cuartos de vivienda a Melania Trump, pero tras la pérdida de la reelección en 2020, Donald y Melania Trump rompieron con la tradición, negándose a invitar a Joe y Jill Biden a la Casa Blanca.
Esta vez, Donald Trump aceptó la invitación de Joe Biden para reunirse en el Despacho Oval, aunque Melania Trump rechazó la oferta de Jill Biden para un encuentro en la residencia. Con el día de la inauguración acercándose rápidamente, el personal de la C