Inseguridad y deficiencia en infraestructura: principales desafíos del nearshoring en México
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La inseguridad que afecta a diversas regiones de México, sumada a una infraestructura deficiente, podría poner en riesgo las oportunidades derivadas de la relocalización de empresas o “nearshoring”, advirtió este viernes John Alvarado, director de Estrategia y Desarrollo Corporativo de Grupo Lamosa.
Durante la conferencia “Efectos del nearshoring en México”, organizada por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) en Nuevo León, Alvarado destacó que, aunque la cercanía geográfica con Estados Unidos es una ventaja competitiva para el país, los retos estructurales y sociales son significativos.
Inseguridad, un freno a la inversión
Alvarado señaló que la percepción de inseguridad en México no solo limita la llegada de nuevas empresas extranjeras, sino que también desincentiva la reinversión de compañías ya establecidas en el país.
“El fenómeno de inseguridad que enfrentan varios lugares del país genera incertidumbre tanto para empresas extranjeras como para aquellas que buscan expandir sus operaciones dentro del territorio nacional. En muchos casos, esto lleva a que duden en enviar personal o en establecer oficinas en un país con altos niveles de conflicto”, afirmó.
El especialista enfatizó que la seguridad es un factor clave para que México logre consolidarse como un destino atractivo para el “nearshoring”, especialmente en un contexto donde la estabilidad y la protección de inversiones son prioritarias para las empresas.
Infraestructura: el otro gran desafío
Además de la inseguridad, Alvarado destacó los importantes rezagos en infraestructura, particularmente en los sectores carretero, hídrico y eléctrico.
“Según la OCDE, los países deberían invertir alrededor del 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) anual en infraestructura para mantenerla o expandirla. En México, en los últimos siete años, apenas hemos alcanzado una inversión del 2.5% del PIB, lo que nos deja en una posición rezagada”, explicó.
En cuanto a la infraestructura eléctrica, Alvarado recordó un estudio de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) que indica que el 40% de las oportunidades perdidas en el “nearshoring” están relacionadas con deficiencias en este sector.
“El ‘nearshoring’ requiere una infraestructura preparada para captar su potencial, y en México, muchos de estos proyectos no están diseñados con esa visión. Es fundamental abordar estos rezagos si queremos mantenernos competitivos”, subrayó.
El “nearshoring”, un cambio estructural
El fenómeno del “nearshoring” se ha acelerado en los últimos años debido a factores como la pandemia de COVID-19, el cambio climático, conflictos geopolíticos y dinámicas internas de diversas economías. Según Alvarado, este cambio representa una evolución en los modelos comerciales globales.
“Hace años, el crecimiento empresarial estaba vinculado a la globalización. Sin embargo, la pandemia nos enseñó que acercarse a los mercados consumidores puede ser más eficiente y estratégico. Esto ha llevado a muchas empresas a reconsiderar sus cadenas de suministro y relocalizarlas más cerca de sus principales mercados”, explicó.
Iniciativas del gobierno para fomentar el “nearshoring”
El jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció un decreto que ofrecerá incentivos fiscales de hasta 30 mil millones de pesos (aproximadamente 1,500 millones de dólares) a empresas interesadas en relocalizar sus operaciones en el país.
Estos incentivos buscan contrarrestar los desafíos mencionados y posicionar a México como un destino preferente para el “nearshoring”. Sin embargo, expertos como Alvarado consideran que, aunque estas medidas son positivas, deben complementarse con acciones contundentes para mejorar la seguridad y la infraestructura.
En el foro del IMEF, otros panelistas, como Marcela Cantú, vicepresidenta de Finanzas de Prodensa, y Miguel Trinidad, director financiero de Frisa, coincidieron en que México tiene un gran potencial para capitalizar el “nearshoring”, pero debe trabajar en crear un entorno más favorable para las inversiones.
“El ‘nearshoring’ representa una oportunidad histórica para México, pero requiere un enfoque integral que aborde tanto los retos internos como las exigencias del mercado global. Seguridad, infraestructura y estabilidad son los pilares que determinarán nuestro éxito en esta nueva era económica”, concluyó Alvarado.bbbbbb