Caos en el congreso: Se aprueba reforma que establece la supremacía de la Constitución
La sesión del Congreso de la Unión vivió momentos de intensa controversia y caos esta madrugada, cuando se aprobó una reforma que establece la supremacía de la Constitución. La discusión estuvo marcada por gritos y protestas de los opositores, quienes acusaron al partido en el poder, Morena, de intentar establecer una “dictadura”.
Alrededor de las 11 de la noche, la situación se tornó insostenible, y el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, se vio obligado a decretar un receso debido al escándalo provocado por priístas y panistas, que interrumpieron la sesión gritando “¡Morena, la dictadura!” a través de altavoces. A pesar del tumulto, la sesión se reanudó poco después, pero los gritos de los opositores continuaron, con algunos legisladores subiendo a tribuna para deslegitimar el proceso.
Durante la discusión, el diputado Fernández Noroña llamó “reventadores vulgares” a los opositores, quienes portaban pancartas con leyendas como “No a la dictadura en México”. A pesar del desorden, la reforma fue aprobada con 85 votos a favor y 24 en contra, tras horas de tensas negociaciones.
El dirigente del PAN, Marko Cortés, criticó la reforma, advirtiendo que dejaría a los ciudadanos desprotegidos y dificultaría el acceso al juicio de amparo. En respuesta, el coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, exigió a Cortés pruebas de sus acusaciones y cuestionó por qué se han retenido las prerrogativas del senador Yunes Márquez, quien había sido aludido en la discusión.
Yunes subió a tribuna para expresar su protesta por las alusiones hechas hacia él y reafirmó su derecho a votar en conciencia, indicando su apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum. También denunció que le habían “robado los recursos que por ley le corresponden”.
El senador Jorge Carlos Ramírez Marín, del partido Verde, defendió que el juicio de amparo seguirá operando en favor de los ciudadanos, mientras que Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del PRI, calificó el dictamen como una “locura”, afirmando que otorgaría un poder absoluto al grupo mayoritario.
El senador de Morena, Alejandro Murat, defendió la reforma como una respuesta a los problemas de justicia que, según él, fueron creados por la oposición. La discusión se intensificó cuando el panista Ricardo Anaya advirtió que se estaba cometiendo un “atropello” que podría destruir la Carta Magna.
La aprobación de esta reforma ha generado un fuerte debate sobre la dirección del país y el papel del Congreso en la protección de los derechos de los ciudadanos frente al poder ejecutivo. La controversia continúa, y la oposición promete seguir luchando contra lo que consideran una erosión de la democracia en México.