Cumple PRI 96 años sin presencia en el Congreso y gobernando solo dos estados

A mediados del 2023, cerca de 320 priistas, renunciaron al partido al acusar que Alito se estaba apoderando del partido al buscar su reelección en el cargo y los estaba dirigiendo a su extinción.
CIUDAD DE MÉXICO.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) pasó a ser de los partidos más longevos en México, pues cumple 96 años de controvertida existencia.
Porque aunque es reconocido como el partido fundador de instituciones sociales en el país y el que logró mantener la paz tras la revolución, también es conocido por ser la institución política que se perpetuó en el poder dominando la Presidencia durante más de 70 años.
Sin embargo, el poderío del que alguna vez gozó se ha visto reducido en épocas recientes ya que no solo ha perdido la Presidencia, sino también lugares en el Congreso y estados. Ya que de 32 gubernaturas, solo gobierna en dos.
Pierde la presidencia ante el PAN
A mediados del siglo XX, el PRI ya iba perdiendo credibilidad y respeto entre la sociedad mexicana luego de las represiones contra estudiantes durante los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, los crecientes casos de corrupción en el de José Luis Portillo y la crisis económica que dejó y con la que tuvo que lidiar Miguel de la Madrid.
El colmo vendría con las controvertidas elecciones de 1988 con la caída del sistema que dio la victoria a Carlos Salinas de Gortari y que daría inicio a las gobiernos tecnócratas que seguiría con Ernesto Zedillo y sus políticas privatizadoras. Por ello para el 2000, el PRI sufriría su mayor derrota.
Pues en las elecciones de ese año, el candidato presidencial del PAN, Vicente Fox logró coronarse como el ganador de las elecciones, quitando la silla presidencial por primera vez al PRI con el 42.52% de los votos a favor del panista, frente al 36.11% para el candidato tricolor con Francisco Labastida.
Esto fue conocido como “la transición democrática” en el país y el albiazul lograría quedarse en el poder otros seis años con la llegada de Felipe Calderón (2006-2012). Y a pesar de las expectativas de un nuevo cambio, el PAN terminó aprovechándose de las estructuras dejadas por el PRI y haciendo alianzas con el partido.
La llegada del “El nuevo PRI” y la desilusión
Pero lo que terminó desacreditando al PAN fue el inicio de la llamada “guerra contra el narco” con Calderón, lo que desató la violencia en el país a niveles nunca antes vistos.
Esto fue aprovechado por el PRI, quien tras un aparente lavado de cara, volvió al poder con su candidato Enrique Peña Nieto. Al llegar a la Presidencia, el priista presumió a su gabinete y a los gobernadores del partido como “El Nuevo PRI”, un partido renovado que no caería en las prácticas de antes.
El Nuevo PRI
Sin embargo, su gobierno se vio manchado rápidamente por los escándalos de corrupción del “Nuevo PRI”, especialmente de sus gobernadores como César Duarte y Javier Duarte, actualmente detenidos.
De igual modo, Peña Nieto perdió popularidad por la investigación fallida de la desaparición de los 43 normalistas, las ejecuciones extrajudiciales como el caso Tlataya, así como el escándalo de “la Casa Blanca”.
Por ello, para 2018, el PRI volvió a perder las elecciones presidenciales, dando paso a Morena con Andrés Manuel López Obrador.
‘Alito’, ¿destructor del PRI?
Ahí no se detendría su mala racha, ya que tras perder la elección con el candidato José Meade Kuribreña, René Juárez Cisneros, entonces dirigente, presentó su renuncia tras la derrota electoral. Tras esto, en el 2019, llegó a la dirigencia Alejandro ‘Alito’ Moreno, quien ha tenido un polémico mandato.
Alianza electoral con el PAN y PRD
Debido a la derrota electoral de los comicios pasados, el PRI optó por una nueva estrategia para hacer frente a la cada vez creciente popularidad de Morena: una alianza electoral con el PAN y el PRD, sus históricos rivales.
Y pese a que lograron arrebatar algunos territorios para el 2021 el tricolor pasó de tener bajo sus colores 12 estados a 4. Y en el 2022 y 2023 perdió sus bastiones Hidalgo, Oaxaca y el Estado de México a manos de Morena pese a la alianza opositora.
Además, para las elecciones federales del 2024, por primera vez en su historia, no presentó una candidatura de su partido, sino que tras un proceso de elección con sus dos aliados, terminó arropando a la exsenadora Xóchitl Gálvez, quien perdió ante Claudia Sheinbaum, por una diferencia de 32 puntos porcentuales.
Aunado a esto, dentro del Congreso de la Unión también perdió presencia, pues en la Cámara de Diputados solo tienen 37 legisladores pasando a ser la quinta fuerza política, mientras que en el Senado pasó a la cuarta fuerza con 14 senadores.
Desbandada en el PRI
Las pérdidas electorales, así como sus polémicas con presuntos casos de corrupción e investigaciones por enriquecimiento ilícito, así como por mantener el poder en el partido, han ocasionado un gran descontento dentro del partido.
A mediados del 2023, cerca de 320 priistas, liderados por los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga y Eruviel Ávila, renunciaron al partido al acusar que Alito se estaba apoderando del partido al buscar su reelección en el cargo y los estaba dirigiendo a su extinción.
También se dieron renuncias en Guerrero, Puebla, Colima y en el Estado de México.
Pelea con exdirigentes por reelección
Pese a la evidente crisis, ‘Alito’ no dejó su cargo como dirigente y en cambio junto con sus cercanos reformó los estatutos del partido para extender su dirigencia.
Ya que permitió que hubiera reelección dentro del cargo. Sin embargo, antes de que lograra concretar su pbjetivo, priistas de hueso colorado como Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza, Pedro Joaquín Coldwell y Manlio Fabio Beltrones se opusieron a “Alito” y presentaron impugnaciones contra las reformas.
Este bando y el líder nacional del PRI sostuvieron una serie de desacreditaciones en la palestra pública hasta el punto de expulsar de la bancada del PRI en el Senado a Beltrones.
Pese a los intentos legales, el Tribunal Electoral avaló en octubre del 2024 la reelección de “Alito” para permanecer al frente del partido hasta el 2027, marcando las diferencias entre los miembros del partido.