Trump Impone Nuevos Aranceles a Canadá y Amenaza con Medidas Más Severas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy en su red social Truth Social que ha dado instrucciones a su secretario de Comercio para imponer un arancel adicional del 25% sobre todo el acero y aluminio importado desde Canadá. Esta medida incrementaría el gravamen total a estos productos a un 50%.
Canadá es, de lejos, el mayor exportador de estos metales a Estados Unidos, representando casi un cuarto del acero que el país norteamericano importa y la mitad del aluminio que adquiere del extranjero. De hecho, entre el 50% y el 80% de la producción canadiense de estos materiales se destina a su vecino del sur, lo que pone a Canadá en una posición particularmente vulnerable ante esta nueva medida.
Trump también reiteró que los nuevos aranceles entrarán en vigor mañana. En su mensaje, el mandatario subrayó que “Canadá debe retirar de inmediato su Arancel de Granjero Antiamericano”, que oscila entre el 250% y el 390% sobre varios productos lácteos estadounidenses. Esta práctica, según Trump, ha sido considerada como una injusticia durante largo tiempo.
Además, el presidente de Estados Unidos amenazó con “aumentar sustancialmente” los aranceles a los automóviles importados a partir del 2 de abril si Canadá no elimina lo que considera “otros aranceles atroces y de larga duración”. En sus declaraciones, Trump dejó claro que no dudará en intensificar las medidas si las autoridades canadienses no ceden a sus demandas.
En un giro adicional, Trump adelantó que procederá a declarar una emergencia nacional de electricidad tras el aumento del 25% en el precio de la energía que la provincia canadiense de Ontario comenzó a cobrar ayer a Estados Unidos, en represalia por los aranceles impuestos por su administración. La medida afectará a 1.5 millones de hogares en los estados de Nueva York, Michigan y Minnesota, según indicó el gobierno de Ontario.
Doug Ford, el premier de Ontario, defendió la decisión, alegando que se vio forzado a adoptarla como respuesta a las políticas comerciales de la administración Trump. Sin embargo, este conflicto parece lejos de resolverse, y la amenaza de mayores represalias por parte de Estados Unidos está generando una creciente incertidumbre en las relaciones comerciales entre ambos países.
La tensión en este frente sigue en aumento, y las consecuencias de estas políticas podrían tener repercusiones a largo plazo, tanto en la economía global como en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Canadá.