Influencers chinos exponen proveedores de marcas estadounidenses en TikTok en medio de tensiones comerciales con EE.UU.

En un momento de alta tensión comercial entre Estados Unidos y China, creadores de contenido chinos han comenzado a exponer en TikTok los presuntos proveedores y fábricas detrás de grandes marcas estadounidenses, incluyendo nombres de alto perfil como Nike, Under Armour, Lululemon, Chanel, Hermès y Louis Vuitton.
A través de videos cortos desde fábricas en ciudades como Yiwu, estos influencers muestran cómo productos idénticos a los de marcas reconocidas pueden adquirirse directamente del fabricante a una fracción del precio. La narrativa es clara: “misma calidad, menor precio”, poniendo en tela de juicio el valor agregado de las grandes marcas y alimentando una percepción de engaño entre los consumidores.
Algunos de los videos más virales van más allá del sector deportivo y apuntan al lujo internacional. Cuentas como Sen Bags afirman que “más del 80% de las bolsas de lujo en el mundo se fabrican en China”, pese a que las marcas no lo reconocen públicamente. La afirmación ha generado revuelo entre los seguidores de estas marcas, muchos de los cuales expresaron sentirse engañados tras pagar miles de dólares por productos que, aseguran los videos, se producen por apenas una fracción del precio.
Uno de los mensajes recurrentes en este contenido es que “si una bolsa dice ‘Hecho en China’, no puede ser considerada de lujo”, una afirmación que, si bien polémica, ha captado la atención de cientos de miles de usuarios, muchos de los cuales solicitan contacto directo con los proveedores chinos.
Este fenómeno surge en un contexto tenso: Estados Unidos ha intensificado su presión sobre TikTok, acusando a su empresa matriz, ByteDance, de usar la plataforma como una herramienta para influir negativamente en el país. Washington insiste en que la aplicación debe ser vendida a una empresa no china, citando preocupaciones de seguridad nacional.
La publicación de este tipo de contenido ocurre justo cuando la guerra arancelaria entre ambas potencias se recrudece. Esta semana, la Casa Blanca anunció nuevos aranceles de hasta el 245% a productos y materiales estratégicos chinos, en especial minerales críticos y derivados, basados en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.
Como respuesta, Beijing elevó sus propios aranceles hasta un 125%, acusando a Estados Unidos de “juegos de números sin sentido” e indicando que ignorará las provocaciones.
¿Qué revela esta tendencia?
Más allá de la disputa comercial, el fenómeno revela una nueva forma de transparencia no solicitada: trabajadores, comerciantes e influencers desde dentro del ecosistema manufacturero chino ahora cuentan con una plataforma para desmitificar la cadena de suministro global. Desde secadoras y cristalería hasta moldes de plástico y ropa deportiva, se están generando listas públicas de proveedores a los que antes solo accedían las grandes marcas o distribuidores con acuerdos exclusivos.
El contenido también pone en evidencia las tensiones entre percepción de marca, fabricación real y márgenes de ganancia, revelando cómo los modelos de negocio basados en branding y exclusividad pueden ser vulnerables en la era digital.
La publicación de estos videos no solo genera ruido en la opinión pública, sino que también añade una nueva capa a la guerra comercial entre China y EE.UU., en la que la percepción y la influencia digital juegan un papel cada vez más estratégico.
A medida que TikTok se convierte en un escaparate para estas revelaciones, la presión política y comercial sobre la aplicación y su contenido podría aumentar en los próximos meses, sobre todo en un año en el que ambos países están definiendo sus prioridades industriales y tecnológicas.