Presentan en México Mecanismo de Protección Trasnacional para Niñez Migrante en Mesoamérica

En la Ciudad de México, organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos de la infancia en México, Guatemala, Honduras y El Salvador presentaron el Mecanismo de Protección Trasnacional de Niñas, Niños y Adolescentes en contextos de movilidad humana, una herramienta innovadora e integral que incorpora las voces y propuestas de la niñez y adolescencia con experiencia migratoria en la región.
El mecanismo busca responder a la urgente necesidad de proteger a la infancia y adolescencia migrante de manera efectiva, sin importar si se encuentran en países de origen, tránsito, destino o retorno. Las organizaciones destacaron que el enfoque trasnacional es clave para asegurar una atención continua y coordinada entre naciones, con especial énfasis en el respeto a los derechos humanos, la reunificación familiar y la participación activa de las y los menores en la toma de decisiones que los afectan.
Durante la presentación, Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), subrayó que “los flujos migratorios en México, Guatemala, Honduras y El Salvador siguen siendo muy activos”, señalando además una nueva dinámica postpandémica con flujos crecientes desde países como Venezuela, Haití, Colombia y Ecuador. “Ya no sólo se está buscando llegar a Estados Unidos”, puntualizó, aludiendo a los cambios en las rutas y objetivos migratorios.
Ramírez citó cifras de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), de la Secretaría de Gobernación de México, que revelan que en lo que va de 2024 se han identificado 138 mil 882 niñas, niños y adolescentes extranjeros en movilidad, de los cuales un 47.5 % son mujeres y un 52.5 % hombres. Además, se reportaron 108 mil 444 eventos de niñez y adolescencia en situación migratoria irregular.
“A pesar de esta alta presencia en los flujos migratorios, las niñas, niños y adolescentes suelen ser tratados como acompañantes de adultos, sin reconocimiento pleno de su individualidad ni de sus derechos como personas”, denunció Ramírez.
Por su parte, Elena Ruiz Bejarano, coordinadora institucional de Ciprodeni Guatemala, indicó que en su país han detectado, mediante sondeos, que muchos menores deciden migrar alrededor de los 15 años. “Lo hacen buscando mejores condiciones económicas para sus familias o para reunirse con sus seres queridos”, explicó. También mencionó que la falta de oportunidades en la economía local empuja a los jóvenes a buscar su futuro fuera del país.
Desde Honduras, Wilmer Vásquez, director de Coiproden, destacó que la profunda desigualdad social es una de las principales causas de la migración forzada. “Esta desigualdad impacta en derechos fundamentales como la salud, la educación y la seguridad social. Ser niña, niño o adolescente en Centroamérica implica enfrentar múltiples desafíos junto a sus familias”, afirmó.
En tanto, Ana Georgina Ramos de Villalta, directora de la Red para la Infancia y Adolescencia de El Salvador (RIA), explicó que este nuevo mecanismo es una propuesta concreta para articular los sistemas de protección infantil en los distintos países involucrados. “Las y los menores participantes con experiencia migratoria han compartido relatos de abuso, violencia, amenazas y persecuciones tanto en sus países de origen como durante el tránsito y en el destino”, detalló.
Villalta hizo énfasis en la vulnerabilidad específica de las niñas: “En El Salvador, muchas niñas han sido amenazadas por pandillas y se han visto obligadas a huir. Esta condición de ser mujer menor de edad las coloca en un riesgo aún mayor”.
A nivel global, la funcionaria destacó que entre 30 y 40 millones de niñas, niños y adolescentes están actualmente en movilidad, lo que representa aproximadamente el 14.6 % de la población migrante mundial.
Durante el evento, también se criticaron las medidas migratorias implementadas por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluyendo redadas, deportaciones aceleradas y la cancelación de la aplicación CBP-One. Estas acciones, afirmaron las organizaciones, han puesto en alto riesgo a la niñez migrante, al exponerla a detenciones arbitrarias, separación familiar y procesos legales sin las debidas garantías de protección.
Las organizaciones concluyeron que el Mecanismo de Protección Trasnacional no sólo busca incidir en políticas públicas regionales, sino también fomentar una visión más humana, colaborativa y basada en los derechos de las infancias y adolescencias que cruzan fronteras en busca de seguridad, bienestar y un futuro digno.