Revista Guinda informa: Rusia lista para suministrar gas natural a México, según confirmó el ministro de Energía ruso, Serguéi Tsiviliov, en un mensaje difundido por la embajada rusa. La oferta incluye no solo el envío de gas natural licuado, sino también cooperación tecnológica en materia energética.
Una nueva ruta para el suministro energético
En una publicación hecha por la embajada rusa en México, Tsiviliov aseguró que su país está dispuesto a establecer lazos energéticos sólidos con México. “Contamos con excelentes tecnologías en el ámbito del gas natural licuado (GNL). Estamos dispuestos a compartir estas tecnologías y también a suministrar GNL a México”, afirmó.
La propuesta rusa se inscribe en una estrategia para fortalecer su presencia en América Latina, justo en un contexto de cambios geopolíticos, donde diversos países buscan reducir su dependencia energética de un solo proveedor.
Rusia lista para suministrar gas natural a México y más allá del GNL
El ofrecimiento ruso va más allá del gas natural licuado. Tsiviliov mencionó que Rusia puede aportar tecnologías para extracción en condiciones geológicas difíciles, procesamiento de crudo y generación eléctrica. “Estamos preparados para compartir tecnologías energéticas integrales, desde la fuente hasta el consumidor final”, explicó.
Rusia lista para suministrar gas natural a México implica también que empresas mexicanas podrán acceder a alianzas estratégicas con empresas rusas. El ministro instó al sector privado a establecer relaciones con firmas rusas, destacando que hay voluntad de cooperación inmediata.
Una enorme dependencia
Actualmente, México importa cerca del 72% de su gas natural, con una altísima dependencia de los Estados Unidos, que representa la fuente casi exclusiva del suministro.
El gas natural licuado es especialmente útil en regiones donde los gasoductos no son viables. Al licuarse, el gas reduce su volumen unas 600 veces, lo que permite transportarlo por barco de manera eficiente. Esta característica lo ha vuelto clave en los intercambios energéticos globales.
La Unión Europea, aunque ha buscado desligarse del gas ruso, no ha prohibido del todo el GNL proveniente de ese país. Estados como Lituania o Polonia han optado por diversificarse, mientras que Alemania aún mantiene ciertas compras. En paralelo, Estados Unidos ha incrementado su papel como proveedor mundial.
Por otro lado, las actuales tensiones geopolíticas hacen complicado que dicha propuesta siquiera sea considerada.
¿Una oportunidad para México que debe considerarse?
La posibilidad de diversificar proveedores, incluida Rusia, abre el debate sobre la soberanía energética de México. Con precios en alza y alta dependencia de un solo socio comercial, la apertura hacia nuevos actores podría brindar márgenes de maniobra al gobierno y al sector industrial.
Las autoridades mexicanas no han emitido una respuesta oficial a la propuesta. No es difícil saber la razón: el anuncio ocurre en medio de una coyuntura.