La presidenta Claudia Sheinbaum expresó este lunes su rechazo a la decisión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos de suspender temporalmente la importación de ganado mexicano, en respuesta al brote del gusano barrenador detectado en el país. Desde Palacio Nacional, la mandataria calificó la medida como “injusta” y confió en que no se traduzca en afectaciones económicas graves para el sector ganadero nacional.
“Esperamos que muy pronto se levante esta medida que consideramos injusta. Como lo he dicho en otras ocasiones, México no es piñata de nadie. Lo que hay es colaboración, no hay coordinación (…) a México se le respeta”, afirmó Sheinbaum durante su conferencia matutina.
La suspensión, anunciada por autoridades estadounidenses el pasado 27 de abril, fue establecida con una vigencia inicial de 15 días, sujeta a revisión para evaluar si se reanuda el flujo de ganado vivo, caballos y bisontes a territorio estadounidense. La medida busca contener la expansión del gusano barrenador, una plaga que representa una amenaza seria para la ganadería, tras su detección en regiones del norte de Oaxaca y Veracruz.
Sheinbaum insistió en que la relación bilateral debe basarse en el respeto y la cooperación técnica, no en decisiones unilaterales que afectan al comercio y a los productores mexicanos. “Hay esfuerzos claros por parte del gobierno mexicano para contener esta plaga, y no puede responsabilizársenos de manera unilateral sin reconocer ese trabajo conjunto”, señaló.
El cierre temporal de la frontera a la exportación de ganado ha encendido las alertas en el sector agropecuario, particularmente en estados del norte del país que dependen de este comercio. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural también ha manifestado su desacuerdo con la medida, aunque mantiene abiertos los canales de diálogo con su contraparte estadounidense.
Se espera que en los próximos días se reúnan equipos técnicos de ambos países para revisar la situación sanitaria y determinar si existen condiciones para levantar la restricción.