Entre 2015 y 2024, las volcaduras de camiones cisterna se convirtieron en el principal detonante de emergencias ambientales en el país. En total, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la SEMARNAT registraron 547 siniestros, de los cuales 506 (93%) fueron provocados por pipas que transportaban hidrocarburos. Revista Guinda te trae los detalles.
Las pipas generan la mayoría de las emergencias en México
El dato es tan contundente como alarmante: las pipas generan la mayoría de las emergencias en México, y la tendencia va en aumento. Solo en la Zona Metropolitana del Valle de México se documentaron 22 incidentes durante los últimos años, de los cuales 20 involucraron pipas de combustible.
El episodio más grave ocurrió el 10 de septiembre, cuando una unidad explotó sobre el puente de La Concordia, en Iztapalapa. La tragedia dejó 31 personas fallecidas y decenas de lesionados. Investigaciones preliminares apuntan al exceso de velocidad como causa de la volcadura.
Apenas un mes después, otra pipa —esta vez de Petróleos Mexicanos— volcó en San Juan de Aragón, derramando dos contenedores de combustible sobre la avenida 551. Las imágenes se repitieron: luces, sirenas, caos, fuego.
Nuevas medidas para prevenir siniestros
Ante la escalada de accidentes, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, presentó el 29 de septiembre un paquete de 13 medidas para regular la circulación de transportes con sustancias peligrosas.
Entre las acciones más relevantes destacan:
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Límite de velocidad de 30 km/h para unidades que transporten hidrocarburos.
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Prohibición de circulación para vehículos que carguen más de 40 mil litros de material peligroso.
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Restricciones por tipo de vialidad según el volumen de combustible transportado.
Estas medidas, explicó Brugada, buscan reducir el riesgo de tragedias urbanas como la de Iztapalapa, donde el accidente dejó una huella profunda en la comunidad y evidenció la urgencia de una regulación más estricta.
Tendencia alarmante
El 2024 cerró como el año con más emergencias ambientales desde la creación de la ASEA: 87 incidentes, todos derivados de volcaduras de pipas.
Desde 2015, cuando se reportó un solo caso, los accidentes han crecido en promedio 12.7% anual. El patrón es claro: una flota vieja, controles laxos y operadores que pasan horas al volante sin descanso suficiente.
Aunque la ASEA ha impulsado revisiones técnicas, las estadísticas revelan que los controles preventivos no alcanzan. Cada siniestro implica combustible derramado, riesgo humano y contaminación que tarda años en disiparse.
Explosión en Iztapalapa: responsabilidades y omisiones
La Fiscal General de Justicia, Bertha Alcalde, presentó avances sobre la investigación del siniestro de La Concordia, señalando omisiones graves de la empresa Silza, responsable de la pipa de gas LP involucrada.
El conductor, Fernando Soto Munguía, había manejado 16 horas en un solo día sin descanso suficiente. La empresa no realizó exámenes médicos ni capacitaciones obligatorias, y el vehículo acumulaba tres reportes por exceso de velocidad el mismo día del accidente.
El resultado fue devastador: la pipa perdió el control, derramó combustible y provocó una onda expansiva de 180 metros. En segundos, el fuego devoró autos y vidas. Las cifras finales: 31 muertos, 59 heridos y daños materiales cuantiosos.
Próximos pasos y reparación del daño
Según la Fiscalía, se han realizado 273 peritajes y se mantienen mesas de trabajo con Silza para determinar la reparación del daño. Alcalde aclaró que cada víctima deberá aceptar los acuerdos individualmente; de lo contrario, se procederá por homicidio, lesiones y daños culposos ante un juez de control.
Mientras tanto, las familias de Iztapalapa buscan justicia y una respuesta que evite que otras ciudades repitan la historia.
Porque, por ahora, las cifras son claras y duras: las pipas generan la mayoría de las emergencias en México, y los esfuerzos por detenerlas parecen ir siempre un paso detrás del desastre.