Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana reveló altos niveles de cadmio en alimentos de consumo común en México
Una investigación realizada en la Ciudad de México reveló preocupantes niveles de cadmio en alimentos de cultivo ampliamente consumidos en el país. El estudio, titulado “Evaluación del riesgo dietético de la exposición al cadmio a través de alimentos de consumo habitual en México”, fue elaborado por especialistas del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, el Programa de Doctorado en Epidemiología de la UNAM, entre otras instituciones.
Alimentos con mayores concentraciones de cadmio
Los alimentos con niveles más altos de este metal pesado incluyen lechuga romana, hongos (setas y champiñones), cacao en polvo, chocolate en polvo, tomates saladette, pan molido, barras de chocolate, chiles anchos y acelgas. Por ejemplo, los hongos ostra contienen 0.575 microgramos de cadmio por kilo, mientras que la lechuga romana y el cacao en polvo tienen 0.335 y 0.289 microgramos por kilo, respectivamente.
Alejandra Cantoral Preciado, académica de la Universidad Iberoamericana, señaló que algunos de estos alimentos superan los límites máximos permisibles establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, destacó que una persona no debería exceder un consumo semanal de 2.5 microgramos de cadmio por kilo de peso corporal.
Origen de la contaminación por cadmio
El cadmio es un metal pesado presente de forma natural en el medio ambiente debido a procesos geológicos, como emisiones volcánicas y erosión de rocas. Sin embargo, las actividades humanas, como la producción de baterías, fertilizantes y productos químicos, han incrementado sus niveles en el suelo y agua. Este metal es absorbido por las plantas, lo que lo introduce en la cadena alimentaria.
Riesgos para la salud y prevención
El cadmio es altamente tóxico y ha sido clasificado como carcinógeno humano por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer. Su acumulación en el organismo puede causar daño renal, hipertensión, enfermedades pulmonares y osteoporosis. Además, permanece en el cuerpo entre 16 y 30 años, lo que aumenta su impacto en órganos y tejidos, especialmente en niños.
A pesar de estos hallazgos, los expertos recomiendan mantener una dieta variada y rica en micronutrientes como calcio, hierro y zinc, ya que estos compuestos ayudan a inhibir la absorción de cadmio. Según Cantoral Preciado, “no debemos dejar de consumir frutas y verduras, sino diversificar nuestra alimentación para minimizar los riesgos a largo plazo”.