El aumento de precios afectará a tiendas y consumidores hasta marzo de 2025.
La denominada “cuesta de enero” de 2025 se alargará hasta marzo debido al aumento de precios en diversos productos, principalmente aquellos sujetos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y otros que han incrementado sus costos de producción, como alimentos y bebidas. Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño SC), explicó que los incrementos afectarán tanto a los comercios como a los consumidores.
Las tiendas de abarrotes serán las más impactadas por los aumentos en productos de alto consumo, como refrescos, cigarros, galletas, pan, dulces, café, y cerveza, que ya experimentaron alzas desde finales de diciembre y se consolidaron el 1 de enero. Los comerciantes enfrentan una difícil situación al no poder competir con las grandes cadenas de autoservicio, que aplican estrategias de venta más agresivas y precios bajos a través de ofertas, lo que les pone en desventaja.
Por ejemplo, un paquete de productos como un refresco, galletas, cigarrillos y un encendedor, que anteriormente costaba alrededor de $135 pesos en la Ciudad de México, ahora se incrementa en más de $150, lo que representa un aumento superior al 11 por ciento.
El incremento también se extiende a los productos de la canasta básica. Alberto Vargas Lucio, presidente del Movimiento Nacional del Comercio Social AC (MONACOSO), reportó alzas significativas en alimentos como el huevo, que pasó de $44 a $50 por kilo, la carne de pollo por encima de los $120, y el kilo de carne de puerco a $130. Esto ha elevado el costo de las compras diarias de las amas de casa, quienes antes podían adquirir productos para 4 personas con $250, ahora necesitan más de $300, lo que equivale a un incremento cercano al 20%.
Además, los comerciantes enfrentan aumentos en las rentas de locales, salarios mínimos y costos adicionales por el aumento en el precio de combustibles, lo que también impacta en el precio final de los productos. En la Ciudad de México, el aumento del impuesto sobre la nómina, que pasó del 3% al 4%, es otra carga que se suma a la difícil situación económica para los comercios.