Iniciativa para reducir la jornada laboral y su impacto en los tiempos de comida
En México, la propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales está más cerca de ser una realidad. Esta medida será analizada durante 2025 como parte de las reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT). La iniciativa busca equilibrar la vida profesional y personal de los trabajadores, pero también presenta retos para las empresas que deberán adaptarse a los nuevos tiempos.
De ser aprobada, la nueva regulación reducirá la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas, distribuidas en cinco días, con descanso obligatorio los fines de semana. Aunque esta modificación promete ofrecer más tiempo libre, la reforma también establece que los períodos de comida durante la jornada laboral no se verán alterados. Específicamente, los trabajadores tendrán derecho a un descanso para comer de al menos 30 minutos en jornadas continuas. En turnos de mayor duración, este descanso será de una hora por cada seis horas trabajadas.
El tiempo de comida no se considera parte de la jornada laboral, por lo que no será remunerado, salvo que haya un acuerdo en el contrato colectivo de trabajo o por decisión del empleador. Las empresas tendrán que garantizar este derecho en función del tipo de jornada: en horarios diurnos de entre 6 y 8 horas, se concederán al menos 30 minutos; en turnos nocturnos, de entre 7 y 7.5 horas, también se respetará este tiempo. En jornadas mixtas, la duración del descanso será la misma, sin importar el tipo de horario.
Los trabajadores que enfrenten incumplimientos por parte de sus empleadores en relación con los tiempos de comida pueden recurrir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) para recibir orientación o presentar una denuncia formal.