México deberá ajustar políticas sobre maíz transgénico tras fallo del T-MEC.
Un panel de resolución de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) resolvió a favor de Estados Unidos en una controversia relacionada con las restricciones impuestas por México al uso de maíz genéticamente modificado (OGM). Según el fallo, las medidas adoptadas por México carecen de fundamento científico, incumpliendo las disposiciones del tratado comercial.
La disputa inició tras la publicación de un decreto mexicano que prohibía el uso de maíz transgénico en alimentos básicos, incluyendo tortillas, con el argumento de proteger la salud pública y la biodiversidad. Sin embargo, el panel determinó que dichas restricciones representaban barreras comerciales innecesarias y no estaban respaldadas por evidencia científica.
El gobierno mexicano, liderado por Claudia Sheinbaum Pardo, manifestó su desacuerdo con la decisión, pero aseguró que respetará la resolución. Según especialistas, México debe acatar el fallo, ya que no existen mecanismos dentro del T-MEC para evadir una resolución de este tipo.
De acuerdo con el dictamen, México tiene un plazo de 45 días para modificar sus políticas y permitir la importación de maíz OGM para consumo humano. En caso contrario, podría enfrentarse a sanciones comerciales. Este caso subraya la importancia de fundamentar las políticas nacionales en evidencia científica, especialmente en el marco de compromisos internacionales como el T-MEC.
Además, el fallo plantea un desafío para las autoridades mexicanas, quienes deberán encontrar un balance entre cumplir con las obligaciones del tratado y atender las preocupaciones de grupos locales que se oponen al uso de productos transgénicos.