Recomendaciones sobre colorantes industrializados en alimentos
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió una recomendación el 16 de enero de 2025 a los consumidores para que al adquirir productos alimenticios revisen cuidadosamente el etiquetado, asegurándose de que los colorantes utilizados sean de origen natural. Esta medida busca informar a las personas sobre los riesgos y las alternativas más saludables en cuanto a los aditivos que se utilizan en la industria alimentaria.
Los colorantes industrializados, a menudo empleados para mejorar el color de los productos, contienen una mayor cantidad de químicos. Mientras más industrializado sea un alimento, mayor es la presencia de estos compuestos. Entre los colorantes artificiales más comunes que se utilizan en la industria alimentaria se encuentran el Amarillo Anaranjado S (E-110), el Amarillo de Quinoleína (E-104), la Azorrubina o Carmoisina (E-122), el Azul Patente V (E-131), la Eritrosina (E-127), la Indigotina (E-132), el Negro Brillante BN (E-151) y la Tartracina o Tartrazina (E-102).
Profeco también recomendó optar por productos que contengan colorantes naturales como la Curcumina (E-100) o la Clorofila (E-140 y E-141), que son considerados más seguros para el consumo. En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) regula el uso de estos aditivos, mientras que a nivel global, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) establece las pautas para la Ingesta Diaria Admisible (IDA), la cual especifica la cantidad de colorantes que puede consumirse sin poner en riesgo la salud.
Es importante que los consumidores tomen decisiones informadas sobre los productos que adquieren, para minimizar los riesgos asociados con el consumo excesivo de aditivos químicos.