Gobierno de México desmiente reportaje de The New York Times sobre laboratorio clandestino de fentanilo
El Gobierno de México cuestionó la veracidad del reportaje publicado por The New York Times el pasado 29 de diciembre, titulado “Así es un laboratorio de fentanilo del cártel de Sinaloa”, en el cual se describe un supuesto proceso de fabricación “artesanal” de esta droga en un laboratorio improvisado en Culiacán, Sinaloa.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el titular del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, señaló que las condiciones descritas y mostradas en el reportaje no corresponden a los requisitos necesarios para la síntesis química del fentanilo. El funcionario afirmó que la fabricación de esta droga exige protocolos y medidas específicas de seguridad y equipamiento, que estarían ausentes en las imágenes y vídeos presentados por el medio estadounidense.
Alejandro Svarch explicó que el proceso de síntesis del fentanilo requiere equipos de protección personal altamente especializados, sistemas avanzados de ventilación y un entorno controlado que permita manejar la toxicidad extrema de los precursores químicos involucrados.
“Si realmente se hubiera tratado de fentanilo, el operador habría sufrido daños inmediatos por la exposición a vapores tóxicos. Esto evidencia que lo mostrado en el reportaje no corresponde con un laboratorio funcional para la producción de esta sustancia”, aseguró.
El funcionario también detalló el nivel de toxicidad del fentanilo, destacando que una dosis de 0.2 miligramos puede ser letal para un ser humano, equivalente a apenas tres o cuatro granos de sal. Además, subrayó que el fentanilo es 50 veces más potente que la morfina, lo que agrava los riesgos de exposición incluso en cantidades diminutas.
Análisis de la Marina refuta evidencia del reportaje
En la misma conferencia, la teniente química Juana Peñaloza, especialista en análisis de precursores de la Secretaría de Marina, presentó un informe técnico que refuta las afirmaciones del artículo. Según su análisis, los elementos mostrados en las imágenes y vídeos no permiten concluir que el lugar documentado sea un laboratorio clandestino de fentanilo.
“El análisis de los materiales y equipos presentados en la nota no reúne indicios suficientes para determinar que se realizó un proceso de síntesis de clorhidrato de fentanilo en esa locación. No hay elementos que sustenten las afirmaciones del reportaje”, explicó Peñaloza.
El gobierno federal consideró que el artículo de The New York Times podría responder a una narrativa que busca desacreditar las acciones de México en el combate al tráfico de drogas sintéticas, particularmente en el contexto de las tensiones internacionales relacionadas con la crisis del fentanilo en Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas reiteraron su compromiso en la lucha contra el narcotráfico y aseguraron que continuarán colaborando con las instancias internacionales para frenar la producción y distribución de sustancias ilícitas, pero subrayaron la importancia de basar cualquier acusación o reportaje en hechos verificables y evidencia sólida.
El gobierno mexicano, a través de expertos y funcionarios, desacreditó la veracidad del reportaje de The New York Times, argumentando que las condiciones descritas no corresponden a las necesarias para la producción de fentanilo. Aunque las críticas hacia las estrategias de combate al narcotráfico persisten, la administración subraya la importancia de un análisis técnico y riguroso en la documentación de estos fenómenos.