AMPES alerta sobre el aumento de la adulteración de combustibles en estaciones de servicio
La Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES) ha señalado un preocupante aumento en la adulteración de combustibles en las estaciones de servicio del país. Este fenómeno, que afecta tanto a la calidad del producto como a la infraestructura de almacenamiento, se ha incrementado en los últimos años, trayendo consigo diversos problemas, tanto técnicos como económicos.
Alicia Zazueta, presidenta de AMPES, explicó que las consecuencias de la adulteración van más allá de la pérdida de calidad del combustible, afectando también la integridad de los tanques de almacenamiento, que pueden corroerse debido a la mezcla de combustibles de diferentes calidades. Este daño no solo genera costos adicionales en mantenimiento, sino que también pone en riesgo la salud de los consumidores debido a los posibles residuos químicos que pueden quedar en el producto.
Además, Zazueta subrayó que la adulteración de los combustibles contribuye a la mala reputación de las estaciones de servicio. Esto ocurre cuando se realizan análisis de calidad del combustible y se detectan irregularidades, lo cual puede generar desconfianza entre los consumidores.
Aunque el problema de la adulteración ha sido recurrente en el sector, Zazueta destacó que es una situación comúnmente ignorada hasta que un consumidor presenta una queja. La mezcla de productos de diferentes calidades puede suceder cuando las estaciones almacenan combustible durante períodos prolongados y permiten que se mezclen con otros productos que llegan a sus instalaciones.
Ricardo Quiroz, vicepresidente de AMPES, agregó que otro de los grandes retos para los empresarios es el desconocimiento de la calidad del combustible que llega a las estaciones. Dado que los tanques de almacenamiento no están preparados para contener productos como el metanol, un alcohol altamente corrosivo, la situación se complica. El metanol, al mezclarse con agua, genera una bacteria que acelera el proceso de corrosión en los tanques, lo cual ha empeorado en los últimos tres años.
En resumen, la adulteración de combustibles se ha convertido en un problema que afecta tanto a la infraestructura de las estaciones de servicio como a la salud y economía de los consumidores, además de generar complicaciones en la reputación de las empresas del sector.