El futuro energético de México está en un punto de quiebre: la demanda crece, la industria exige más confiabilidad y el marco legal se ajusta para responder. Todo apunta a que el Sector Eléctrico: a punto del despegue será uno de los protagonistas de la transformación económica de esta década. Revista Guinda te trae los detalles.
El contexto de un cambio inevitable
Durante años, la narrativa energética en México giró alrededor de la dependencia del petróleo. Sin embargo, los últimos movimientos muestran que la brújula apunta hacia un modelo donde la electricidad se convierte en el corazón del desarrollo económico y social. La industria demanda más suministro y el gobierno responde con ajustes en la Ley del Sector Eléctrico (LSE), que cubre los vacíos con que contaba la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que buscan dar certidumbre jurídica al crecimiento.
Sector Eléctrico: a punto del despegue
Las cifras de nuevas inversiones en parques solares, eólicos y almacenamiento en baterías confirman que el Sector Eléctrico: a punto del despegue vive su momento más dinámico en décadas. Se estima que, para 2030, la participación de estas fuentes se multiplique, en línea con las metas internacionales de reducción de emisiones.
Pero el despegue también significa retos: infraestructura que necesita modernizarse, marcos regulatorios que deben afinarse y una planeación que asegure no solo generación, sino también transmisión y distribución a gran escala.
El papel de las instituciones clave
La Secretaría de Energía (SENER) ha asumido un rol estratégico al delinear políticas públicas que buscan equilibrar la demanda creciente con el compromiso de sustentabilidad. En paralelo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantiene la tarea de garantizar el acceso, sobre todo en regiones donde la inversión privada avanza lentamente. Este doble marco —el que marca el rumbo y la empresa estatal que asegura la cobertura— es la columna vertebral que sostiene la confianza de los inversionistas y del propio sector industrial.
Entre el boom industrial y la transición
La expansión del nearshoring ha traído consigo un aumento inédito de consumo eléctrico en parques industriales y corredores logísticos. De acuerdo con estimaciones recientes, el país necesitará duplicar su capacidad instalada en menos de una década. Es aquí donde el despegue eléctrico se cruza con la transición energética: el crecimiento ya no puede pensarse sin energías limpias.
Algunos analistas comparan este momento con los primeros pasos de la aviación: mucha expectativa, grandes riesgos, pero también la posibilidad de cambiar la historia. Y en ese escenario, México se enfrenta a la urgencia de cumplir compromisos internacionales para reducir gases de invernadero, sin frenar su desarrollo económico.
Mejoras a la política energética
El sector ya no se define únicamente en términos de generación, sino en la capacidad de responder a un país que se industrializa y exige más energía que nunca. El relato del futuro eléctrico es también social: comunidades que esperan beneficios, consumidores que reclaman tarifas justas y un Estado que se debate entre soberanía y apertura.
La transformación está sucediendo
El Sector Eléctrico: a punto del despegue con reformas a las leyes que buscan establecer un orden, instituciones que refuerzan su papel estratégico y un país que demanda energía con urgencia, lo eléctrico es por lo tanto la apuesta más clara para nuestro futuro inmediato.