Trump firma decretos para impulsar energía nuclear civil en EE.UU.: busca reducir regulaciones y reactivar la industria

El presidente Donald Trump firmó este viernes una serie de órdenes ejecutivas destinadas a revitalizar la industria de la energía nuclear civil en Estados Unidos, un sector que ha enfrentado décadas de estancamiento debido a elevados costos, temores de seguridad y un marco regulatorio estricto.
Desde el Despacho Oval, Trump anunció los cuatro decretos como parte de una estrategia para impulsar la autosuficiencia energética del país, reducir la dependencia de fuentes fósiles y promover tecnologías nucleares avanzadas, especialmente en el contexto de su propuesta de plan energético nacional.
“Firmamos importantes órdenes ejecutivas que realmente nos convertirán en la verdadera fuerza de esta industria”, afirmó el mandatario ante periodistas.
Reducción regulatoria y apoyo a nuevas tecnologías
Aunque la Casa Blanca no detalló aún el contenido completo de las órdenes, funcionarios indicaron que los decretos están orientados a:
- Reducir los procesos regulatorios para nuevos proyectos nucleares.
- Agilizar la aprobación de reactores modulares pequeños (SMRs), considerados más seguros y económicos.
- Estimular la inversión privada en el sector nuclear mediante incentivos y flexibilización de normas.
- Fomentar la exportación de tecnología nuclear estadounidense bajo estándares internacionales de seguridad.
Trump también enfatizó que estas medidas buscan reforzar la seguridad energética nacional, al reducir la dependencia de otras fuentes más vulnerables al contexto geopolítico, y competir con el avance nuclear de países como China y Rusia.
Una industria estancada y polémica
La energía nuclear representa actualmente alrededor del 19% de la electricidad generada en Estados Unidos, pero la mayoría de sus plantas datan de las décadas de 1970 y 1980. Desde entonces, pocos reactores nuevos han sido aprobados, debido a los altos costos de construcción, las preocupaciones por accidentes como el de Fukushima en 2011, y el debate sobre el manejo de residuos radiactivos.
Grupos ambientalistas han expresado escepticismo ante el anuncio, advirtiendo que reducir regulaciones puede comprometer la seguridad, y que la apuesta por la energía nuclear desvía la atención de inversiones más sostenibles, como la solar o la eólica.
La firma de los decretos ocurre en un momento en que Trump busca consolidar su agenda energética de cara a las elecciones, presentándose como un defensor del desarrollo económico a través de una “desregulación inteligente”, como él mismo la ha definido.
Además, esta decisión se alinea con sus promesas de generar empleos en sectores industriales y reactivar infraestructuras críticas, especialmente en estados con fuerte presencia de plantas nucleares o potencial de desarrollo, como Carolina del Sur, Tennessee o Idaho. Aunque las órdenes firmadas podrían marcar un punto de inflexión para la energía nuclear civil en EE.UU., expertos señalan que los efectos dependerán de la implementación efectiva, la aceptación pública y la voluntad del Congreso para acompañar estas medidas con recursos y leyes complementarias.