Migrantes en EE.UU. convocan a paro nacional para visibilizar su impacto económico
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Decenas de organizaciones y líderes comunitarios han convocado a los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos a participar en un paro nacional como protesta contra las políticas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald Trump.
La movilización busca evidenciar la importancia de la comunidad migrante en la economía y sociedad estadounidense.
El llamado insta a que, este 3 de febrero, los trabajadores migrantes no acudan a sus empleos, las familias no envíen a sus hijos a las escuelas y se eviten las compras en establecimientos comerciales. Con esta acción, los organizadores buscan subrayar el papel crucial que desempeñan los migrantes en diversos sectores productivos, ya que representan aproximadamente el 20 % de la fuerza laboral del país.
A través de redes sociales, creadores de contenido y activistas han impulsado la campaña bajo consignas como “Sin nosotros, el país se detiene” y “Esta huelga nacional es un testimonio de una clase trabajadora unificada”. En sus mensajes, destacan que, aunque los migrantes no ocupan posiciones de gobierno, su esfuerzo diario es fundamental para el funcionamiento de la nación.
Inicialmente, la protesta estaba planeada para realizarse en Washington D.C., Maryland y Virginia. No obstante, la convocatoria se ha extendido a nivel nacional debido a la rápida difusión del movimiento en plataformas digitales. Organizaciones de derechos de los migrantes han señalado que esta medida busca hacer visible la contribución de la comunidad latina y exigir un trato más justo ante el endurecimiento de políticas migratorias.
La iniciativa ha generado diversas reacciones en el ámbito político y social. Mientras que sectores afines al movimiento han mostrado su respaldo, argumentando la necesidad de una reforma migratoria integral, otros actores han criticado la convocatoria, señalando posibles afectaciones económicas y operativas en distintos sectores laborales.
En este contexto, el impacto de la jornada de protesta será determinante para evaluar el nivel de respuesta de las autoridades y la sociedad ante las demandas de la comunidad migrante, cuya presencia y labor son fundamentales para la estabilidad económica del país.