El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este jueves la aprobación en la Cámara de Representantes de su amplio y controvertido proyecto de ley de política nacional, el cual contempla, entre otras disposiciones, la imposición de un impuesto a las remesas enviadas al extranjero.
La votación, que tuvo lugar tras una larga y extenuante jornada de debate que se extendió durante toda la noche, representa un paso clave en el avance legislativo de la iniciativa impulsada por la Casa Blanca.
“¡El proyecto de ley único, grande y hermoso ha sido aprobado por la Cámara de Representantes!”, escribió Trump en sus redes sociales, utilizando su característico estilo entusiasta para referirse al proyecto, cuya aprobación fue respaldada por la mayoría republicana en la Cámara baja.
El texto legislativo será ahora turnado al Senado, donde se anticipa una batalla más cerrada dada la distribución partidista en esa cámara. A pesar de la incertidumbre que rodea su aprobación final, Trump se mostró optimista y enérgico sobre su importancia histórica.
“¡Podría decirse que esta es la legislación más importante que se haya firmado jamás en la historia de nuestro país!”, añadió el mandatario, destacando el alcance y la ambición del proyecto, sin entrar en detalles sobre las disposiciones específicas.
Uno de los aspectos más polémicos del paquete legislativo es la creación de un impuesto a las remesas, una medida que ha generado preocupación entre comunidades migrantes, particularmente las latinoamericanas, que consideran que este gravamen podría afectar directamente a millones de familias que dependen de estos envíos.
El proyecto también incluye reformas en áreas clave como infraestructura, seguridad fronteriza, defensa y recortes fiscales, alineándose con varias de las promesas de campaña de Trump. No obstante, críticos han calificado la propuesta de “regresiva” y “excesivamente centralizadora”, mientras analistas advierten sobre su posible impacto económico y diplomático.
Mientras tanto, el país espera el siguiente capítulo en el Senado, donde la propuesta enfrentará no solo el escrutinio legislativo, sino también una intensa discusión pública por sus implicaciones sociales y políticas.