“La Decisión que Marcará la Historia: Norma Piña”
El debate sobre la reforma judicial en México ha alcanzado un punto culminante, y la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, ha señalado la relevancia histórica de la decisión que se tomará. Durante la apertura del debate sobre el proyecto de sentencia que podría invalidar parcialmente esta reforma, Piña subrayó que el fallo no solo tendrá un impacto en el presente, sino que será recordado por las futuras generaciones.
La ministra hizo hincapié en la responsabilidad de la Corte en la resolución de asuntos complejos que afectan la vida de las personas y que, en ocasiones, pueden polarizar a la sociedad. Reconoció que este caso en particular tiene un peso extraordinario, lo que lo convierte en un tema de interés tanto nacional como internacional. “Somos conscientes del peso histórico que conllevará esta discusión”, afirmó, dejando claro que cada postura adoptada resonará más allá de las paredes del tribunal.
Por su parte, el ministro Juan Luis González Alcántara abordó las críticas dirigidas al avance del análisis de la reforma, aclarando que la fase de instrucción había concluido antes de la publicación de la reforma constitucional que algunos sostienen debería detener el debate. González Alcántara enfatizó que interrumpir la discusión a causa de un artículo transitorio sería una violación de la independencia judicial, afirmando que la Corte no debe permitir que el Congreso interfiera en su autonomía.
Entre las intervenciones, la ministra Lenia Batres propuso detener el debate, pero su propuesta fue rechazada. El ministro Alberto Pérez Dayán expresó su desacuerdo con la revisión de la reforma, argumentando que esto sería una respuesta insensata a una situación ya irresponsable. Por otro lado, el ministro Ortiz Mena destacó que los partidos políticos tienen legitimidad para presentar acciones de inconstitucionalidad, incluso en procedimientos apartidistas, dado que su supervisión es crucial para la democracia.
Finalmente, el ministro Pardo Rebolledo defendió la capacidad de la Corte para actuar cuando el Congreso intenta reformar la Constitución sin observar los límites establecidos. Aclaró que, a diferencia del pueblo soberano, el Congreso debe respetar la Constitución vigente y sus límites, enfatizando la necesidad de controles sobre el poder legislativo para garantizar que las reformas no se desvíen de los principios constitucionales.
Este debate, por tanto, no solo pone a prueba la interpretación de la reforma judicial, sino que también aborda cuestiones fundamentales sobre el equilibrio de poderes y la salvaguarda de la Constitución en México.