Ataque en Centro de Rehabilitación en Culiacán: La Facción de Los Chapitos se Enfrenta a Los Mayos

El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, confirmó que el ataque armado en el centro de rehabilitación “Shaddai” en Culiacán, Sinaloa, la madrugada del lunes 7 de abril, fue perpetrado por una célula de Los Chapitos, un grupo que opera como parte de la organización de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El ataque, que dejó un saldo de nueve muertos y cinco heridos, fue dirigido a un grupo rival dentro de la misma organización criminal, Los Mayos, con quienes Los Chapitos mantienen una disputa interna.
En la conferencia matutina de este martes, García Harfuch detalló que la agresión fue un ajuste de cuentas entre grupos delictivos. “Fue una célula de los conocidos como Los Chapitos que agredieron a una célula al interior de este centro de rehabilitación de su grupo antagónico de Los Mayos”, explicó el secretario.
Según los reportes, el ataque ocurrió antes de las 1:47 a.m. del lunes, cuando un grupo armado irrumpió en el centro de rehabilitación “Shaddai” y abrió fuego contra los internos. García Harfuch indicó que las autoridades ya han logrado identificar algunos de los vehículos utilizados en el ataque, y se encuentran en proceso de realizar las detenciones de los responsables.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, también dio detalles sobre el suceso, revelando que los atacantes, al ingresar al centro de rehabilitación, preguntaron al personal “¿para qué grupo trabajaban?”. Al no obtener respuesta, comenzaron a disparar contra los presentes. Este ataque se une a una serie de agresiones similares que han tenido lugar en Sinaloa, una ola de violencia que afecta principalmente a centros de rehabilitación vinculados con los grupos criminales.
Rocha Moya explicó que, debido a la naturaleza de los delitos, tanto la Fiscalía General de la República (FGR) como la Fiscalía estatal serán las encargadas de investigar el caso. “Los delitos cometidos en este ataque son de orden federal”, dijo el gobernador.
Este incidente no es aislado. Según las autoridades locales, este es el séptimo ataque a un centro de rehabilitación en Sinaloa en lo que va del año. Sin embargo, la violencia en esta ocasión es considerada la más grave, dado que, en los casos anteriores, los ataques se realizaban principalmente para reclutar personal que luego formaba parte de los grupos delictivos. En cambio, este ataque refleja una mayor escalada de violencia entre las facciones criminales rivales.
El ataque también pone en evidencia la constante lucha entre grupos de narcotraficantes por el control de territorios y recursos, lo que ha provocado un ambiente de inseguridad en diversas regiones de Sinaloa.