Revista Guinda informa: Crimen se le salió de control a Adán Augusto y a Merino. Lo que era un edén se volvió un campo de guerra con cifras catastróficas de desaparecidos, homicidios y narcomenudeo que tiñen de rojo el corazón del sureste.
Tabasco bajo fuego
Mientras Adán Augusto López gobernaba Tabasco, el número de desapariciones se disparó: de 465 casos en 2019 a mil 894 en 2024. Y aunque Carlos Manuel Merino asumió como interino prometiendo continuidad y mano firme, la inseguridad no bajó. El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas da cuenta de una marca lúgubre: 1798 casos en seis meses de este 2025. Ocho familias al día sumidas en la incertidumbre.
La organización México Evalúa alerta que el narcomenudeo creció 1046% entre 2021 y 2024, una prueba clara de lo que el crimen organizado puede hacerle a las vidas de las comunidades al establecer sus zonas y rutas.
Crimen se le salió de control a Adán Augusto y a Merino: la herencia de La Barredora
No bastó con cifras, llegó el eco de La Barredora: capturas en Puebla, Jalisco y Ciudad de México destaparon una red que, muestra cuando el grado de infiltración que tuvo la administración pasada: el exsecretario de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena, hoy buscado internacionalmente, nos ilustra cómo el crimen se le salió de control a Adán Augusto y a Merino, Tabasco se convirtió en territorio disputado por las facciones del Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.
Desapariciones, migración y petróleo: horror, miedo
Tabasco ya no sólo fue petróleo y cacao. Es trasiego de drogas, tráfico de migrantes y huachicoleo. Una triple herida que explica por qué este rincón sureño se volvió atractivo para los grupos criminales, como advierte el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.
El analista David Saucedo suelta la dolorosa verdad: hubo gobernanza criminal en Tabasco, la colusión permitió que el narco se sintiera en casa. Y mientras se firmaban convenios y se inauguraban obras, la violencia crecía en la sombra.
¿Una nueva etapa o más de lo mismo?
Hoy el gobernador Javier May habla de que Tabasco respira mejor: la percepción de inseguridad cayó del primer al lugar 13. Pero pide más acciones la ciudadanía, más respuestas. ¿De qué sirve presumir menos homicidios si las desapariciones aumentan?
En palabras de quienes caminan Playas del Rosario o Huimanguillo: la batalla no es contra la estadística, es contra la impunidad.
El gobernador Javier May va bien y cuenta con el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum y del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para emprender su campaña contra la ilegalidad. ¿Cuán profundo llegará?