“Culiacán exige paz: Miles marchan por un estado libre de violencia”
Miles de culiacanenses se manifestaron este domingo en Culiacán, Sinaloa, para exigir paz y seguridad en el estado, sumidos en una creciente ola de violencia que ha afectado a la región en los últimos meses. La marcha, que comenzó alrededor de las 9 de la mañana, reunió a cientos de ciudadanos vestidos de blanco, quienes se congregaron en la emblemática catedral de la ciudad antes de iniciar su recorrido hacia La Lomita, un punto simbólico de la capital sinaloense.
Con carteles y consignas, los manifestantes expresaron su frustración y enojo ante la violencia que ha azotado al estado, especialmente en los últimos cuatro meses, durante los cuales han incrementado los actos delictivos. A lo largo del trayecto, un grupo de músicos que han perdido su fuente de empleo debido a la inseguridad, ofreció una interpretación de la tradicional canción “El buey de la barranca”. La melodía fue rápidamente adoptada por los miles de participantes, quienes cantaron con fuerza: “Sacaremos ese buey de la barranca”, un claro mensaje dirigido al gobierno estatal.
La movilización continuó su marcha hacia el Palacio Municipal de Culiacán, donde los manifestantes pegaron cientos de carteles en las paredes del edificio, exigiendo el cese de la violencia que ha dejado a muchas familias en el dolor y la incertidumbre. Entre los mensajes, varios de ellos estaban dedicados a las personas desaparecidas en la región, mostrando sus rostros con la esperanza de que sus casos no sean olvidados.
Al llegar al Palacio Municipal, algunos de los participantes intentaron prender fuego a las instalaciones en una protesta más extrema, como una manifestación de su desesperación. Sin embargo, otros manifestantes rápidamente intervinieron para evitarlo, instando a la comunidad a no recurrir a la violencia como respuesta a la violencia, y a continuar la lucha por la paz con actos pacíficos y constructivos.
La marcha en Culiacán refleja el creciente malestar social en Sinaloa frente a la violencia, y la exigencia de los ciudadanos por la protección de sus derechos y su seguridad. En un ambiente de creciente tensión, los habitantes de Culiacán y de todo el estado clamaron por un cambio, por medidas efectivas que garanticen un entorno seguro para las futuras generaciones.