Violencia le cuesta a México 4.5 billones de pesos en 2024, el 18% del PIB, revela Índice de Paz
El impacto económico de la violencia en México durante 2024 ascendió a 4.5 billones de pesos, cifra equivalente al 18% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Índice de Paz México 2024 elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Aunque este costo es menor al registrado el año anterior —cuando se reportaron 4.9 billones de pesos, el 19.8% del PIB—, la cifra sigue siendo alarmante y refleja el enorme peso que la violencia representa para el desarrollo del país.
En conferencia de prensa, Carlos Juárez Cruz, director del IEP en México, reconoció que, si bien hay una mejora interanual en los niveles de paz del 0.7%, esta sigue siendo marginal. “Es el quinto año consecutivo que México presenta una mejora en los niveles de paz, pero el avance de este año es inferior al 1%. En realidad, no significa mucho. Es una mejora leve”, apuntó.
Un costo económico superior al gasto en salud y educación
El informe detalla que el costo total de la violencia es seis veces mayor que el presupuesto federal destinado a salud pública y cinco veces superior al gasto en educación en 2024. Dentro de ese impacto, los homicidios representaron la mayor carga, con un 38% del total, es decir, 1.7 billones de pesos (alrededor de 85 mil millones de dólares). Les siguen los crímenes violentos —como robos, asaltos y agresiones sexuales—, que sumaron un 33% del total, con un costo estimado de 1.5 billones de pesos.
México, menos pacífico que en 2015
Aunque se registra un ligero progreso reciente, el panorama a largo plazo continúa siendo preocupante. Desde 2015, el nivel de paz en México ha disminuido un 13.4%, según el IEP. Las tasas de homicidios han aumentado en un 54.7%, mientras que los delitos con armas de fuego crecieron un 71.2% en la última década.
El crimen organizado sigue teniendo un rol central en el deterioro de la seguridad. Desde 2015, las extorsiones han aumentado un 45.5% y los delitos relacionados con drogas a nivel minorista se han disparado un 161%.
Percepción de inseguridad sigue siendo alta
Pese a las mejoras registradas, la percepción ciudadana sigue reflejando una profunda preocupación por la seguridad. El 73.6% de la población considera que vive en un estado inseguro. Aunque esta cifra ha bajado ligeramente desde su punto más alto en 2018, la desconfianza generalizada persiste.
“El nivel de miedo no corresponde necesariamente con la cantidad de experiencias directas de violencia. Esto puede reflejar una posible normalización de la violencia en el país”, explicó Juárez Cruz.
Gasto en seguridad, muy por debajo del promedio regional
El informe del IEP también advierte que el gasto público destinado a la seguridad y contención de la violencia sigue siendo insuficiente. En 2024, este representó apenas el 0.7% del PIB nacional, menos de la mitad del promedio observado en América Latina y en los países miembros de la OCDE.
A esto se suman otros factores estructurales como la corrupción, la impunidad y la debilidad institucional, los cuales siguen obstaculizando una respuesta eficaz y sostenible frente a la violencia.
¿Un cambio de rumbo?
El informe plantea una serie de recomendaciones para mejorar la paz de manera duradera, entre ellas: fortalecer las instituciones de justicia, combatir de forma decidida la corrupción y ofrecer más oportunidades económicas a los jóvenes. Estos elementos, señala el IEP, son esenciales para consolidar una paz positiva y reducir de manera efectiva los niveles de violencia.
Sobre las políticas públicas en curso, Juárez Cruz señaló que la estrategia de seguridad implementada durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018–2024) fue poco clara en sus objetivos y resultados. No obstante, destacó como “prometedor” el enfoque que empieza a delinearse bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo hace poco más de nueve meses.
“Es temprano para emitir una evaluación definitiva, pero hay señales alentadoras: se observan más decomisos, arrestos frecuentes y un planteamiento más estructurado de lo que podría ser una estrategia nacional de seguridad pública”, concluyó el director del IEP.