Tren Maya impulsa el turismo sostenible al conectar el sureste mexicano
En el marco del primer aniversario del Tren Maya, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó una ceremonia en Othón P. Blanco, Quintana Roo, donde destacó el impacto del proyecto en el desarrollo turístico de la región. El Tren Maya, que recorre más de 1,500 kilómetros y conecta los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se ha convertido en un eje estratégico para promover el turismo sostenible en el sureste mexicano.
Sheinbaum enfatizó que esta megaobra no solo es una proeza de infraestructura, sino también un motor clave para el turismo. Según datos de la Secretaría de Turismo (SECTUR), el sureste concentra el 14% del flujo turístico nacional, y proyectos como el Tren Maya buscan incrementar esta cifra al mejorar la conectividad entre sitios arqueológicos, reservas naturales y destinos turísticos emblemáticos como Cancún, Palenque, Chichén Itzá y Bacalar.
En su discurso, la mandataria recordó que el proyecto se diseñó con un enfoque ambiental y social. “Se crearon nueve áreas naturales protegidas y siete zonas de protección con más de 1.3 millones de hectáreas, fomentando la conservación ambiental y un modelo de turismo responsable”, explicó. Estas medidas buscan garantizar que el aumento del turismo no comprometa los recursos naturales ni las tradiciones de las comunidades locales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2023 el turismo representó el 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, con una recuperación notable tras la pandemia. Proyectos como el Tren Maya se perfilan para reforzar esta tendencia al diversificar los destinos y descentralizar el turismo hacia nuevas regiones.
Además de su impacto ambiental, el Tren Maya ha generado más de 110,000 empleos directos e indirectos, según informes del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), y se espera que su operación impulse el crecimiento económico local al aumentar el acceso a mercados y servicios en comunidades rurales y urbanas.
La presidenta concluyó reconociendo el esfuerzo de trabajadores, ingenieros, arqueólogos y restauradores, quienes contribuyeron a la conservación de sitios históricos y culturales a lo largo de la ruta. “El Tren Maya no solo une destinos, une también historias y comunidades, fortaleciendo el turismo y el desarrollo sostenible de nuestra región”, afirmó Sheinbaum.