Revista Guinda informa: SRE: Aranceles no implican rompimiento con China, afirmó el canciller Juan Ramón de la Fuente, tras las críticas generadas por la propuesta de incrementar tarifas de importación a países sin tratados de libre comercio.
Una política nacional de aranceles
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha planteado imponer aranceles de hasta 50% a las importaciones de naciones con las que México no mantiene acuerdos comerciales. Entre ellas, destaca China como el principal país afectado.
De la Fuente subrayó que la medida forma parte del “Plan México”, un proyecto que busca proteger a la industria nacional y asegurar la competitividad. Al mismo tiempo, rechazó que estas acciones representen una ruptura diplomática.
SRE: Aranceles no implican rompimiento con China
Durante una conferencia en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), De la Fuente aseguró que la relación con Pekín continúa siendo cordial y productiva.
“Tenemos mucha comunicación con el embajador Chen Daojiang, hemos tenido varias reuniones en las últimas semanas para explicar de manera oportuna y directa cuáles son los alcances de la propuesta y qué oportunidades se abren para ambos países”, indicó.
El funcionario reiteró que, aunque el comercio bilateral se verá impactado, el diálogo sigue siendo la base de la relación. SRE: Aranceles no implican rompimiento con China fue la frase que marcó su postura más firme.
Reacciones desde China
La respuesta no se hizo esperar. Lin Jian, portavoz de la cancillería de Pekín, señaló que su país “se opone firmemente a cualquier coerción de terceros para imponer restricciones a sus exportaciones bajo distintos pretextos”.
China sostiene que el incremento en las tarifas mexicanas —del 30% al 50%— se deriva de la presión ejercida por Washington y no de una política genuinamente nacional.
Debate interno en México
En México, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, negó que la decisión tenga fines geopolíticos. En entrevista, aclaró que el objetivo es defender a la industria local, en particular el sector automotriz, donde las importaciones chinas crecieron 10% el último año.
Por su parte, la presidenta Sheinbaum descartó que el incremento a los aranceles esté vinculado con las negociaciones con Estados Unidos. “Es un proyecto nacional”, enfatizó.
Entre presiones y objetivos económicos
Pese a los discursos oficiales, persisten dudas sobre el trasfondo de la medida. En la opinión de analistas, la presión estadounidense y la necesidad de incrementar la recaudación son factores clave que explican la iniciativa.
De la Fuente, sin embargo, insiste en que el diálogo franco con China será suficiente para evitar una crisis diplomática y mantener una relación estratégica en medio de un escenario global complejo.