Revista Guinda.- El titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, inició reuniones en Washington D.C. con autoridades estadounidenses para frenar la aplicación de aranceles del 50 por ciento a las importaciones mexicanas de acero y aluminio. Esta acción se produce tras la firma de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que impone estas tarifas, con excepción del Reino Unido.
México busca evitar daños al comercio bilateral
Desde el 4 de junio, las importaciones de acero y aluminio mexicano enfrentan esta nueva política arancelaria. En respuesta, Ebrard negocia aranceles al acero con el argumento de que la medida es perjudicial para el comercio entre los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La postura del gobierno mexicano ha sido calificar la decisión como injusta y reiterar que las afectaciones potenciales podrían debilitar las cadenas de suministro y la integración económica regional. Por ello, se prioriza el diálogo directo con los responsables comerciales de Estados Unidos.
México advierte que tomará medidas si no hay acuerdos
Si las gestiones no logran la exclusión de México de las tarifas, las autoridades mexicanas han advertido que podrían tomar medidas para responder a esta política. Ebrard negocia aranceles al acero como parte de una estrategia para proteger a la industria nacional y evitar impactos negativos en el empleo y la inversión.