Revista Guinda informa: El gran potencial de la energía eólica en México ha captado la atención de especialistas, inversionistas y gobiernos locales, al perfilarse como uno de los motores clave para la transición energética nacional.
México y sus vientos: una riqueza aún subexplotada
En diversas regiones del país, como Oaxaca, Tamaulipas y la costa norte, los parques eólicos aprovechan corrientes de viento constantes y de alta velocidad. El gran potencial de la energía eólica en México permite generar electricidad limpia y abundante, con costos cada vez más competitivos frente a otras fuentes fósiles.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energías Renovables, México podría triplicar su capacidad instalada de energía eólica en los próximos años, siempre que se superen barreras como la falta de infraestructura de transmisión y la necesidad de reglas claras para la inversión privada.
El gran potencial de la energía eólica en México frente a otras renovables
Comparado con la energía solar, que también ha crecido de forma acelerada, la generación eólica tiene la ventaja de operar durante más horas del día, lo que estabiliza la oferta de electricidad y reduce la dependencia de fuentes contaminantes. Según estimaciones de expertos, el gran potencial de la energía eólica en México podría cubrir cerca del 15% de la demanda eléctrica nacional si se aprovechan plenamente los corredores de viento.
No obstante, especialistas coinciden en que para alcanzar este objetivo será clave complementar la eólica con otras renovables, como la Energía Hídrica, y robustecer la red de transmisión que conecta zonas de generación con centros de consumo.
Desafíos y oportunidades: la meta de diversificar la matriz energética
Actualmente, el país cuenta con más de 70 parques eólicos, muchos de ellos ubicados en el Istmo de Tehuantepec, una de las zonas con mayor velocidad de viento de América Latina. Aunque la inversión se ha ralentizado en los últimos años por incertidumbre regulatoria, el potencial se mantiene intacto.
En este contexto, asociaciones de la industria, comunidades y autoridades buscan acuerdos que permitan retomar proyectos estratégicos, garantizar beneficios sociales y respetar el entorno. Varios planes contemplan combinar energía eólica con tecnologías de almacenamiento y redes inteligentes para optimizar la producción.
La transición hacia un modelo renovable, destacan analistas, pasa por equilibrar generación, transmisión y financiamiento. Organismos como la Agencia Internacional de Energías Renovables advierten que acelerar estos proyectos es clave para cumplir metas de descarbonización.