Marcelo Ebrard: el TMEC permanecerá a pesar de tensiones internacionales y reajustes económicos, esta fue la frase que marcó la comparecencia del secretario de Economía ante el Senado. Su mensaje, directo, afirma la confianza del gobierno federal en que el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá seguirá siendo clave para el desarrollo nacional y de la región. Revista Guinda te trae los detalles.
Revisión del acuerdo y visión de estabilidad
Ebrard aseguró que el T-MEC “va a permanecer y va a sobrevivir”, pese a las presiones arancelarias y a la incertidumbre global. Recordó que, en enero pasado, el presidente Trump amagó con imponer un 25 % de arancel a todos los productos mexicanos, un gesto que hubiera significado un duro golpe a la economía. Sin embargo, México no sólo resistió, sino que ahora participa activamente en las consultas previas a la revisión del acuerdo, reafirmando su papel como socio comercial confiable y estratégico.
Marcelo Ebrard describió este viraje como una muestra de madurez diplomática y técnica: pasamos, dijo, “de un extremo al otro”. Esa capacidad de adaptación es, según el funcionario, una de las razones por las que Marcelo Ebrard: el TMEC permanecerá no es una mera promesa, será una realidad sustentada en políticas activas de cooperación y control comercial.
Cohesión institucional bajo la estrategia de Sheinbaum
Durante su participación en el Senado, el secretario destacó la instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum: mantener cohesión total entre las dependencias económicas y las entidades federativas. Esa unidad, subrayó, permitirá que México llegue al proceso de revisión del tratado con una postura nacional homogénea y con capacidades técnicas sólidas para defender sus intereses.
El funcionario enumeró tres ejes esenciales de la estrategia económica: sostener la mejor posición frente a los socios de Estados Unidos, preservar la inversión extranjera y fortalecer la capacidad exportadora nacional. Estas líneas, agregó, ya reflejan resultados positivos: mayor entrada de capital, crecimiento de exportaciones y un repunte del sector manufacturero.
Marcelo Ebrard: el TMEC permanecerá como núcleo del reacomodo comercial
Con un tono realista pero confiado, Ebrard enfatizó que México mantiene, pese a las dificultades, la mejor posición relativa frente a otros socios de Washington. Más del 80 % de las exportaciones nacionales no enfrentan aranceles, y la industria automotriz conserva una ventaja competitiva que países como Japón o Alemania observan con atención.
En este sentido, Marcelo Ebrard: el TMEC permanecerá como eje estratégico para mantener la estabilidad económica y el liderazgo regional de México. El secretario recordó que la intención es resolver de antemano las controversias relativas a las reglas de origen y las medidas unilaterales impuestas bajo la Sección 232 estadounidense, para evitar que los conflictos comerciales se traduzcan en pérdidas estructurales.
México frente a sus socios globales
Ebrard resaltó además que México goza hoy de una posición más favorable que la Unión Europea, China o Japón en su intercambio con Estados Unidos. Este avance, dijo, no es casual: se debe a la capacidad de negociación del país y a la confianza que los inversionistas han depositado en su política económica.
El secretario también adelantó que viajará a Washington para continuar las negociaciones en materia arancelaria, con el objetivo de mantener el equilibrio logrado y defender las exportaciones mexicanas en condiciones estables. A su juicio, el futuro del comercio mexicano dependerá tanto de la transparencia y disciplina fiscal como de la habilidad política para mantener abiertos los canales de cooperación.
Un cierre con optimismo razonable
“Más allá de las cifras, existe una convicción de Estado”, afirmó Ebrard en una de sus intervenciones más citadas. Y ese optimismo razonable es, quizás, la nota que mejor describe el momento actual: México, en medio del reacomodo internacional, no se repliega, sino que consolida su papel como país exportador y socio confiable de Norteamérica.
En los pasillos del Senado, el mensaje fue claro: la certidumbre económica depende de la capacidad de negociación, la transparencia y la unidad política interna. Tres elementos que, bajo esta administración, buscan sostener el equilibrio que mantiene viva la promesa de crecimiento.